Cornellana

Parroquia de 789 habitantes (60 m), en el Camino Primitivo, ayuntamiento de Salas, Principado de Asturias. A 273 km de Santiago de Compostela. Se encuentra en el valle del río Narcea, donde confluye con el Nonaya. Esta feligresía nació al amparo del actual monasterio de San Salvador de Cornellana, levantado por la infanta Cristina, hija del rey Bermudo II, en 1024 para fomentar el asentamiento de la población y la seguridad de los caminos astur-galaicos. La importancia y riqueza que adquirió en los primeros siglos de peregrinaciones jacobeas, frente a instituciones similares en la costa, ha llevado a los historiadores ha suponer que el Camino Primitivo era mucho más transitado que el del Norte.

En el siglo XII, este edificio pasaría a depender del los monjes de Cluny, una orden afín y propulsora de los caminos de peregrinación a Santiago.

Posiblemente este hecho favoreció su gran desarrollo. A partir de entonces se convirtió en uno de los monasterios más importantes del occidente de Asturias. Finalmente, Alfonso VII en el siglo XII establece el coto jurisdiccional de San Salvador. Hacia el año 1300 parece haber desaparecido la dependencia de Cluny y el monasterio de Cornellana sobrevive durante la Baja Edad Media en medio de los conflictos nobiliarios que asolan Asturias. A partir de 1536 el monasterio pasa a formar parte de la Congregación Benedictina de Valladolid. A principios del siglo XIX se inicia un periodo de decadencia con la ocupación francesa y la posterior desamortización de Mendizábal, que lleva a la supresión del monasterio en 1835. Su iglesia pasó a ser la parroquial de Cornellana, cambiando la titularidad de San Salvador por la de San Juan Bautista, patrono de la localidad. En la actualidad está habitado por monjes benedictinos y desde 2004 se creó un albergue de peregrinos moderno -el primero jacobeo en el municipio de Salas- que cuenta con 24 plazas. A día de hoy (2010) está en proyecto continuar con la rehabilitación del edificio y crear un centro de documentación sobre el Camino de Santiago y un hotel.

Arquitectónicamente, el monasterio es una conjugación de varios edificios que pertenecen principalmente a los estilos románico y barroco. También se pueden encontrar en él la impronta de la reforma y la ampliación a las que fue sometido en el siglo XVIII. Del periodo románico conserva la puerta de la Osa, que posiblemente constituía el antiguo acceso al monasterio, si bien no en su ubicación actual. Sobre esta iconografía existen diversas interpretaciones, desde la simbología religiosa hasta el origen fundacional. De este periodo también son los arcos del claustro, una torre que hacía la función de campanario y las saeteras en las tres cabezas de la nave, entre otros elementos. La fachada y el claustro son barrocos. Este último se estructura en dos plantas; las crujías de la planta baja están empedradas y cubiertas por una bóveda de cañón rebajada, con arcada de medio punto, mientras que la primera planta es una balconada adintelada con molduras de oreja. En lo que se refiere a la iglesia, la nave central destaca por su gran altura, posiblemente debida a una restauración del siglo XVII. La bóveda de cañón está decorada con pinturas al fresco de motivos geométricos. El monasterio y la iglesia de San Salvador de Cornellana han sido declarados Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, el 30 de diciembre de 1993. [XIV]