Presentado en la Biblia como el primer hombre creado por Dios, fue expulsado del paraíso terrenal tras el pecado original. Por este motivo en el Codex Calixtinus (s. XII) se le presenta simbólicamente como el primer peregrino, lanzado al destierro por traspasar el precepto de Dios y salvado por la sangre y la gracia de Cristo. “Del mismo modo -añade el Codex- el peregrino, alejándose de su domicilio, es enviado a la peregrinación por un sacerdote, en pena de sus pecados, como a un destierro, y por la gracia de Dios, si se confiesa bien y termina su vida abrazando la penitencia, se salva”. El tema del paraíso terrenal centraba el programa iconográfico de la desaparecida portada románica del mismo nombre, en la catedral de Santiago, por donde entraban los peregrinos medievales a su interior. [MR]