Texto bíblico del Nuevo Testamento que nos ofrece las únicas noticias del apóstol Santiago el Mayor tras la ascensión de Jesús a los cielos. Son fundamentalmente dos: su presencia entre los demás apóstoles, que permanecen en Jerusalén unidos justo después de la Ascensión de Jesús (Hechos, 1, 12-14) y, sobre todo, su decapitación, mencionada de forma muy breve y situada en la misma ciudad: “Por aquel tiempo, el rey Herodes se apoderó de algunos de la iglesia para atormentarlos. Dio muerte a Santiago, hermano de Juan, por la espada.” (Hechos, 12, 1-2).
Ambas citas han sido utilizadas tanto por los partidarios de las teorías de la predicación en España de Santiago como por sus detractores. Para los primeros, que buscan pistas que permitan analizar el posible tiempo transcurrido entre una y otra noticia, estaría claro que Santiago contó con un periodo de unos cuatro o cinco años -incluso algo más- para predicar en la Península Ibérica y otros lugares. Para los segundos, lo que resultaría evidente es que, siguiendo los Hechos paso a paso y los escasos datos sobre la movilidad de los apóstoles, Santiago no llegó a salir de Jerusalén y de su entorno, donde realizaría la predicación que lo llevó a la muerte.
La Iglesia compostelana utilizó la noticia del martirio para destacar el hecho de que Santiago fue el primer apóstol de Jesús en morir por su causa, lo que le concedía un prestigio evidente y ayudaba a difundir su figura y el valor de la peregrinación hacia su tumba. [MR]