Pequeño país de Europa central (20.250 km2 y 2,1 millones de habitantes), al norte del mar Adriático. Mantuvo una notable relación con la peregrinación a Santiago principalmente entre los siglos XI y XVI.
Los tiempos de mayor afluencia eslava dejaron en su cultura popular numerosos romances y dichos. El padre Lavtizar recordaba en 1909 que en tiempos pasados cuando se les mostraba a los más pequeños la Vía Láctea, por la noche, se les decía: “Mirad, niños, esa vía conduce a Santiago de Compostela”. El escritor y estudioso esloveno Mejac Ciril recogía en 1948 una serie de romances eslavos relativos a la peregrinación jacobea y destacaba el titulado ¿Qué ha de tener el peregrino a Santiago?, matizando que se cantaba todavía a mediados del siglo XX. Esta es una de sus estrofas:
El romance continúa repitiendo el mismo estribillo referido a otros elementos de la indumentaria peregrina. Ciril recuerda que los eslovenos peregrinaban con sus trajes nacionales, con un largo bastón encorvado en el extremo superior y una concha marina en el sombrero o en la ropa. Acostumbraban a llevar un rosario colgado al cuello y un recipiente para el agua que llamaban “frasca de Santiago”.
En la actualidad Eslovenia es, con Eslovaquia, el tercer país de la antigua Europa del Este que más peregrina por la Ruta Jacobea, tras Polonia y la República Checa. En una línea de continuado crecimiento, en 2009 casi 370 eslovenos recibieron la compostela, aunque todo indica que el total de peregrinos de este país llegados a Santiago fue sensiblemente superior. Actualmente el Apóstol es el santo más venerado del país, según han señalado Marjeta y Metod Rigler en la revista Camino de Santiago. Desde 2001 funciona la Asociación Eslovena de Amigos de Santiago. La ruta jacobea en Eslovenia está señalizada desde 2009. Pasa por Ljubliana, la capital, y se dirige a la ciudad italiana de Trieste. [MR]