También citado como Santiago de Montouto y Montouto. Antiguo hospital en la sierra del mismo nombre (1.045 m), en el Camino Primitivo a Santiago a su paso por el municipio lucense de A Fonsagrada. A 146 km de Santiago. Desde las primeras décadas del siglo XX es un lugar deshabitado en el punto más alto de la cadena montañosa que lleva desde A Fonsagrada y A Proba de Burón a O Cádavo. En Hospital se unen ambos itinerarios y se inicia por fin un único, lento e irregular descenso hacia las tierras llanas lucenses.
Tanto las ruinas de este viejo hospital de peregrinos y viajeros como su entorno están entre los más despejados, sobrecogedores y solitarios de cualquiera de las rutas jacobeas, un espacio privilegiado sólo levemente alterado desde mediados de la primera década del siglo XXI por un parque eólico que no respetó su fuerte simbología jacobea. Los orígenes del lugar se pierden en el tiempo, como recuerda el dolmen de As Pedras Dereitas, contiguo al viejo hospital y que ha sobrevivido hasta el presente.
Situado a los pies del pico de O Muradal (1110 m), los orígenes del recinto están en el año 1357, cuando lo manda fundar el rey Pedro I el Cruel. El texto especifica que se crea en este alto y complicado escenario para ayudar a los peregrinos “que van a Santiago”, especialmente en invierno, por sus fuertes vientos y nevadas. Sin embargo, la construcción que actualmente se observa es el resultado de las obras de mejora realizadas en 1698, que se concretaron en cuatro pequeños edificios unidos y cubiertos de paja y losa. Incluían dormitorios, cocina, cuadras y una pequeña capilla dedicada a Santiago. Esta estructura es visible en el presente, pese a las reformas y modificaciones posteriores.
Una cédula del rey Carlos II de 1699 establece que el hospital tiene “la obligación de recoger y tratar a los pobres peregrinos que llegaren a el con todo amor y piedad”. En la cédula también se pide que en las noches de invierno se toquen las campanas del hospital “para que sirva de guía a los peregrinos y pasajeros, y no perezcan con la obscuridad y rigor del tiempo, y el Hospital haga buenas lumbres para que se enjuguen los pobres y no entren mojados en las camas”.
Pese a las citadas intenciones, Ricardo Polín, estudioso del Camino Primitivo en tierras lucenses, señala que a mediados del siglo XVIII el conjunto estaba de nuevo en ruinas por falta de medios: “No se puede habitar ni sirve de refugio para ningún pobre peregrino ni transeúnte”, advierte el hospitalero Francisco López en 1761. Por estos años el recinto incluso recibe acusaciones de acoger a ladrones, bandidos y todo tipo de indeseables. Sobreviviendo a los constantes contratiempos, el lugar todavía permanecía habitado a principios del siglo XX y disponía de hospitalero: “El último pasa por ser el popular Tío Manuel, quien acabó sus días pidiendo limosna para poder mantener la numerosa prole con la que contaba”, apunta Polín.
El conjunto de Hospital de Montouto se completa con una pequeña capilla moderna en las inmediaciones del recinto histórico. Está dedicada al apóstol Santiago, cuya romería se celebra desde tiempo inmemorial cada 25 de julio. Las ruinas del viejo hospital fueron consolidadas para su conservación a finales de los años noventa del pasado siglo. [MR]