Santillana del Mar
Villa de 1.110 habitantes (82 m) en el Camino del Norte o de la Costa en la provincia y comunidad autónoma de Cantabria. A 497 km de Santiago.
Capital de la antigua Merindad de las Asturias de Santillana y conocida también como la villa de las tres mentiras, ya que, se dice, no es Santa, ni llana, ni tiene mar, fue fundada en torno al monasterio de Santa Juliana, de donde derivó el topónimo actual. Este templo románico en su mayoría, en el que también se observan elementos renacentistas y barrocos añadidos a posteriori, fue levantado en el siglo XII sobre un antiguo monasterio fundado en el año 870. Contó entre sus instalaciones con una hospedería para pobres y peregrinos. La nobleza local contribuyó a engrandecer el cenobio, aunque sería el rey Fernando I de Castilla, en el año 1045, el que le concedería los principales privilegios, entre ellos otorgar la soberanía de la villa, al igual que sus posesiones, al abad del monasterio benedictino. Adquirió el rango de colegiata durante el siglo XI, época en la que estaba administrada por una comunidad de monjes agustinos.
Destacan en su arquitectura los arcos de medio punto y el claustro gótico (ss. XII-XIII) que llamó tanto la atención a Emilia Pardo Bazán y a Benito Pérez Galdós por el ornamento de sus capiteles. La iglesia custodia las reliquias de Santa Juliana, traídas en el siglo IX por unos monjes peregrinos, en un sarcófago también de estilo gótico. La colegiata fue declarada Bien de Interés Cultural en el año 1889. Las fiestas en honor a la patrona de Santillana del Mar se celebran el 28 de junio.
Próximo al templo se ubica el palacio Velarde (s. XVI), y siguiendo la ruta nos encontramos con las casas de la archiduquesa Margarita de Austria, de los Cossío y de los Hombrones (s. XVII). El patrimonio religioso se completa con el convento de Regina Coeli o de las Clarisas (año 1628), en la actualidad museo diocesano, y con el cenobio de San Ildefonso o de las Dominicas (s. XVII).
Además del de Santa Juliana, la localidad llegó a tener otros dos hospitales más para atención del peregrino, uno de ellos llamado de La Misericordia, del que el historiador Uría Riu aseguraba que “dada su escasez de recursos, sólo permitía a los peregrinos detenerse allí dos días”.
En la actualidad la villa cuenta con el albergue municipal Jesús Otero, de reciente construcción y sito muy próximo a la Colegiata, en el jardín del Museo Jesús Otero. Además, también dispone de un alojamiento asequible en el camping Santillana, donde se acoge a los caminantes en bugalows para cuatro personas.
Además de pasar por sus calles el Camino del Norte, desde Santillana parte también la Ruta del Besaya, un ramal que se une al Camino Francés a la altura del municipio palentino de Carrión de los Condes. En el itinerario que nos ocupa el próximo destino es Cóbreces, que dista unos 12 km de Santillana.
Multitud de literatos han encontrado en Santillana la inspiración para sus escritos. Jean-Paul Sartre la menciona en una de sus obras como “el pueblo más bello de España”, mientras que Pardo Bazán la definió como “villa encantadora de fisonomía arcaica”, Ortega y Gasset la ve como “hecha para que delante se reciten décimas sin parar” y Galdós la comparó con Brujas, al hablar de ella como “la villa muerta”. [SOB]