Con este nombre latino se refiere la Guía del peregrino (libro V) del Codex Calixtinus (s. XII) a los principales encargados de renovar el trazado del Camino Francés entre la localidad leonesa de Rabanal del Camino y Portomarín, en tierras gallegas, a principios del siglo XII. Son unos 230 km. Estas actuaciones estarían motivadas por el deterioro natural y las frecuentes guerras entre monarcas cristianos que utilizaban la ruta como vía de paso. Los viatores citados en el Codex son Andrés, Rogerio, Alvito, Fortus, Arnaldo, Esteban y Pedro. El periodo en el que actúan se situaría hacia los años veinte y treinta del siglo XII, según las pistas que ofrece la propia guía.
El término latino viator alude literalmente a viajero o caminante. Sin embargo, dado el contexto en el que aquí aparece, se acostumbra a traducir como constructor de caminos o caminero. El historiador Serafín Moralejo relaciona simbólica y magistralmente estas dos posibilidades de traducción: “Cami-nantes y camineros -señala- haciendo el camino con sus manos y con sus pies, a la vez. El Camino era su empresa, y por esto, acabó por ser también su canal”.
Para Millán Bravo Lozano, profundo estudioso y traductor del libro V del Codex, el término viator tiene una única traducción. Es la de ‘constructores’, “que en definitiva -afirma- es en lo que acabó la función de estos siete personajes”. [MR]
V. homo viator