Xacopedialenguajero

Siendo la confesión y la comunión dos de los requisitos implícitos al concluir la peregrinación en la catedral de Santiago, la necesidad de contar con sacerdotes que cumpliesen esta doble misión en los idiomas originales de los peregrinos fue una evidencia al menos desde el siglo XII. Por eso siempre existieron sacerdotes en la basílica con conocimientos de idiomas, aunque con un funcionamiento irregular. En el servicio procuraban colaborar los numerosos religiosos extranjeros que a través de los siglos formaron parte de la catedral, pero no será hasta los siglos XV y XVI cuando se cree un cuerpo específico de confesores con este objetivo, en las principales lenguas de la peregrinación, motivo por el que se conocieron como linguarum, del que deriva el término ‘lenguajero’ o ‘linguajero’. Tuvieron su sede los lenguajeros en la capilla de A Corticela y estaban pagados por la fábrica de la catedral y el arzobispo.

Todavía se conservan en uso en la catedral dos de los confesionarios para sacerdotes extranjeros. Anuncian en latín los idiomas en los que se atendía a los peregrinos. De los lenguajeros nos han quedado varios relatos históricos, entre ellos el del polaco Erich Lassota von Steblau, que en 1581 resumía así la situación: “Hay confesores para oír las confesiones en sus lenguas: vienen aquí muchos peregrinos de todos los países y naciones, tanto durante el verano como el invierno.”

En numerosas ocasiones hubo problemas en este sentido, tanto por la ausencia de confesores como por dificultades para financiar su estancia. En la actualidad la catedral procura tener a disposición de los peregrinos sacerdotes con dominio de varios idiomas. Es frecuente que determinados grupos de peregrinos dispongan de su propio confesor, especialmente durante los años santos compostelanos, en los que la capacidad de la catedral se desborda en todos los sentidos.

La figura del lenguajero ha estado presente a través de los siglos en otros puntos del Camino Francés. Sin tener la consideración alcanzada en Santiago, es frecuente la colaboración en la confesión de sacerdotes con dominio de idiomas en distintas iglesias y momentos de la Ruta. También, como apuntamos, algunos grupos organizados realizan el trayecto acompañados de uno o varios sacerdotes que atienden a sus componentes para evitar dificultades en este sentido.

En el pasado existieron lenguajeros de forma más o menos estable en lugares tan emblemáticos como el hospital del Rey, en Burgos, donde el cronista E. Cock -recoge Guerra Campos- señala en el siglo XVI que en dicho centro hay “confesores de todas las lenguas para los peregrinos que se ofrecen a pasar para Santiago de Galicia”. [MR]

V. idioma, el


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