Centro de Estudios JacobeosEl Centro de Estudios Jacobeos fue creado en Compostela por un decreto del cardenal-arzobispo de Santiago, Fernando Quiroga Palacios (1949-1971), con fecha del 22 de octubre de 1954, e incorporado al Patronato Marcelino Menéndez Pelayo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas el 26 de noviembre del mismo año. En la carta fundacional se dice que “tendrá como finalidad impulsar los estudios de investigación en torno al santuario del apóstol Santiago, preocupándose de todo lo que hace referencia a la persona de Santiago el Mayor, su actividad apostólica, sepulcro, culto, peregrinaciones a su santuario, y aún -en segundo término- de lo que se refiere a la sede compostelana”.
No cabe duda que este ha sido el primer centro que se ha preocupado por dar nuevo impulso al renacimiento de los estudios jacobeos y a la peregrinación a Compostela en el siglo XX. Es significativa la categoría intelectual del primer consejo directivo del Centro de Estudios Jacobeos, en el que ejercía de presidente el cardenal Quiroga Palacios; de director, Manuel Rey Martínez; de secretario Ramón Otero Tuñez; de bibliotecario, Casimiro Torres Rodríguez; de jefe de la sección de historia antigua, Juan Pérez Millán; de la Edad Media, fray José Campelo; Moderna y Contemporánea, Antonio Fraguas y Fraguas; de Arte, el profesor Azcárate; de Literatura; Enrique Moreno Baez; de Arqueología, José Guerra Campos, y de Musicología, Pedro Echeverría Bravo. Ellos iniciaron una tarea impagable que llega hasta el día de hoy.
El renacer del culto jacobeo en la época contemporánea tiene su hombre y su momento en el cardenal Miguel Payá y Rico (1875-1886), impulsor del proceso de reconocimiento y autentificación de las reliquias del cuerpo del Apóstol, cuyo proceso termina en el Año Santo de 1885. Ello conlleva un nuevo entusiasmo e iniciativas de renovación en los diversos ámbitos de la vida cultural, religiosa, económica, etc., tanto en Galicia como en otros países.
Como consecuencia de lo dicho, el nuevo impulsor de la peregrinación jacobea en el siglo XX fue el cardenal-arzobispo de Santiago, José Martín de Herrera (1889-1922). A él correspondió concluir las obras y abrir al culto la cripta con los restos del Apóstol, tal como podemos verlos en la actualidad. En 1891 restableció la Archicofradía de Santiago y celebró durante su pontificado cinco años santos, con los cuales dio un nuevo impulso a la peregrinación jacobea. Con el cardenal Fernando Quiroga podemos decir que comienza la segunda época dorada de la peregrinación a Santiago. En la mitad del siglo XX motivos de tipo religioso, cultural, artístico y hasta deportivo rescatan el fenómeno jacobeo, que va in crescendo hasta la visita a Compostela del papa Juan Pablo II (1982) y, de esta forma, hasta la actualidad.
No cabe duda de que la creación del Centro de Estudios Jacobeos y la publicación de la revista Compostellanum, órgano de expresión de dicho centro, han mantenido vivo el fuego de la dimensión teológico-cultural del hecho jacobeo. El ideal del cardenal sigue vivo en la actualidad. Decía en la presentación del nuevo centro: “Hace ya tiempo que acariciamos el proyecto de crear un centro de altos estudios que recoja, impulse y coordine los esfuerzos de los estudiosos en torno a la basílica de Santiago”. Su planteamiento sigue siendo un reto en el presente y para el futuro. [SP]