XacopediaLupario, castro

Emplazamiento de tradición jacobea, situado en las proximidades de la rúa de Francos, en el municipio coruñés de Teo. Está relacionado con la tradición del traslado del cuerpo de Santiago a Galicia. A 15 km de Santiago, dista un kilómetro del Camino Portugués. Su espacio se reparte entre los términos municipales de Teo, Rois y Brión.

La tradición sitúa en este enclave la morada de la reina Lupa, señora del lugar. Los castros eran recintos fortificados de la Galicia prehistórica y del norte de Portugal. El Códice Calixtino, (s. XII) describe, en el libro III, capítulo I, a la legendaria mujer: “Y aquella, nacida de nobilísima estirpe, y viuda por intervención de la suerte suprema, aunque se había entregado sacrílegamente a la superstición, no olvidando su nobleza, renunciaba al matrimonio con los que la pretendían, tanto nobles como plebeyos, para que una especie de adulterio no manchase su primer tálamo conyugal.”

La leyenda de la reina Lupa es un pasaje de la translatio, que rememora el viaje en barco de los restos mortales del apóstol Santiago desde Palestina hasta Iria. Cuenta que después de atracar la nave y amarrarla en el Pedrón, su cuerpo fue depositado en una piedra reblandecida, que se adaptó a su anatomía. Los discípulos dejaron allí el cadáver y se fueron en busca de un lugar más alejado de la costa donde poder enterrarlo. La razón sería que a través de la cercana ría de Arousa llegaban al río Sar frecuentes invasiones que podían poner en peligro los restos de Santiago.

Los seguidores del Apóstol llegaron al castro Lupario y preguntaron a la reina Lupa donde podían dar sepultura definitiva al cuerpo de Santiago. Ella les envió a buscar a Regulus, sumo sacerdote -el Códice Calixtino lo cita como rey- del ara solis, en Dugium [cabo Neria, actualmente denominado Duio]. El historiador López Ferreiro lo denomina Dugium y lo define como “ciudad marítima al norte del Cabo de Fisterra, hoy casi completamente cubierta por el mar, pero de la cual aún se ven algunos indicios cerca del areal de Langosteira, entre las parroquias de San Vicente [San Vicenzo] y San Martín de Duyo [San Martiño de Duio], no lejos de Corcubión. Estas conservan todavía el viejo nombre”.

Regulus apresó y encarceló a sus discípulos, pero aconteció que los siervos de Dios, por un milagro de los ángeles, al anochecer, y formando las estrellas en la oscuridad una gran puerta de luz, consiguieron escapar. Dirigieron sus pasos de nuevo al castro Lupario. Tras ellos salieron los hombres del sumo sacerdote. Pero después de que los discípulos atravesaran el puente Pías, o también llamado de Ons, sus perseguidores vieron como, tras un estruendo, este se venía abajo mientras ellos pasaban, precipitándose de inmediato a las aguas del río Támara, hoy denominado Tambre.

Los discípulos se reúnen de nuevo con la reina Lupa y le solicitan una carreta y una pareja de bueyes. Lo necesitaban para trasladar el cuerpo de su maestro a un paraje donde pudiera ser enterrado. La dama los envió al monte Ilicino, el cercano y mitológico Pico Sacro, pero allí encontraron un fiero dragón que fue vencido al hacer los discípulos la señal de la cruz. Asimismo, en las laderas del monte había toros salvajes. Tuvieron que hacer de nuevo la señal de la cruz para que se convirtieran en mansos y dóciles bueyes. Estos, uncidos al carro apostólico se dirigieron al monte Libredón donde fue enterrado el cuerpo del Apóstol dentro del arcis marmoricis o arca marmórica, sobre la que se construyó posteriormente la catedral de Santiago. La reina Lupa quedó asombrada y se convirtió, junto con todo su pueblo, al cristianismo. Pidió ser bautizada.

Actualmente el castro Lupario se halla en completo estado de abandono y repleto de maleza. Es muy difícil acceder a su interior. Sería de gran interés poner en valor este mítico e imprescindible escenario de la tradición jacobea. [MG]

V. Lupa


¿QUIERES DEJAR UN COMENTARIO?


**Recuerda que los comentarios están pendientes de moderación