XacopediaMedici, Cossimo de

Futuro duque Cossimo III de Medici (1642-1723), ocupó este cargo desde 1670 hasta su muerte. En el año 1669, siendo aún príncipe heredero del Gran Ducado de Toscana, visitó Santiago de Compostela en compañía de un nutrido séquito. Tras un largo viaje por España y Portugal, entró en Galicia por la ciudad de Tui, siguiendo el Camino Portugués, y visitó Pontevedra y Padrón antes de llegar a la meta jacobea.

El viaje fue recogido en tres diarios distintos elaborados por acompañantes de Cossimo de Medici. El literato Florentino Lorenzo Magalotti escribió el relato oficial: Relazioni Ufficiale. Filippo Corsini redactó por iniciativa personal la Memorie del Viaggio fatto in Spagna del Serenissimo Principe Cosimo di Toscana. Por último, el médico particular del príncipe, Giovan Battista Gornia, también por cuenta propia, escribió el Viaggio fato dal Serenissimo Principe Cosimo terzo di Toscana per la Spagna, Inghilterra, Francia et altri luochi neglí anni 1668 e 1669. Mientras, un dibujante de talento llamado Pier Maria Baldi, plasmaba en acuarela una vista de cada una de las ciudades y villas por las que pasó el grupo. Estas imágenes son de gran valor para la historia del arte y del urbanismo, pues presentan una instantánea precisa del estado de las concentraciones urbanas a mediados del siglo XVII.

Este personaje pertenecía a la rica y poderosa familia de los Medici, que ha pasado a la historia como amante y protectora de las artes y de los artistas. Era hijo de Vittoria della Rovere y de Ferdinando II. Desde joven, el gran duque fue una persona solitaria e inclinada a la melancolía. Su infancia se desarrolló bajo la custodia de su madre, quien le inculcó una educación religiosa, a pesar de que su padre, persona interesada en la ciencia y en la literatura, habría deseado dar a su hijo una educación laica y científica. Cossimo desarrolló de hecho un carácter extremadamente beato y su religiosidad alcanzó, según algunos autores, niveles patológicos. Los esfuerzos por salvar su alma incluían, a parte de la oración, a la que dedicaba las mejores horas del día, la peregrinación a lugares santos y el descubrimiento de reliquias y de santos hasta entonces poco conocidos.

Paralelamente, se interesó por la geografía y por las ciencias naturales, disciplinas en las que adquirió un alto grado de sabiduría. Fruto de esta pasión, tenía conocimiento sobre países muy remotos y coleccionó especies botánicas y animales provenientes de tierras lejanas, con particular atención, por las aberraciones y lo grotesco, con colecciones de plantas y animales deformes.

Cossimo de Medici emprendió varios viajes, que se entendían como parte de su educación para “aprender las costumbres de varias naciones, conocer las cualidades de diversos países y observar las políticas de los diversos reinantes” y de este modo prepararse para su gobierno. En el año 1661 contrajo matrimonio de conveniencia con Margarita Luisa de Orleáns. Con ella vivió una complicada e infeliz situación conyugal lo que, con toda probabilidad, lo incitó aún más a visitar países extranjeros para alejarse de la corte.

En septiembre del año 1668 inicia en Florencia un largo viaje -el más extenso de su vida- que le llevará a la Península Ibérica, a Irlanda, a Inglaterra, a Holanda y a Francia. Regresa a Toscana un año y medio más tarde, en octubre de 1669. Esta era la segunda ocasión en la que salía de su ducado para recorrer Europa.

El príncipe siguió un itinerario establecido y se mantuvo prácticamente de incógnito, tal vez para gozar de mayor libertad de movimiento o quizá para no incrementar los gastos del viaje con las exigencias del protocolo. Se alojó preferentemente en conventos, algunas veces posadas, rechazando a menudo las invitaciones de aristócratas de la propia corte española. Su jornada venía marcada por los acontecimientos de carácter religioso: escuchaba misa diariamente, visitaba monasterios y lugares de peregrinaje, participaba en procesiones y hablaba con los clérigos españoles, aunque también destinaba tiempo a la visita de edificios emblemáticos. Como medio de transporte utilizó la carroza y los caballos.

La variopinta comitiva que lo acompañaba estaba formada por 27 miembros, que poco a poco aumentaron a 39. De este séquito formaban parte un mayordomo, un tesorero y un sacerdote, varios médicos, cortesanos, secretarios, ayudas de cámara, lacayos, cocheros, caballerizos, mozos de cuadra, etc.

El grupo entró en España por el puerto de Barcelona. Desde allí se dirigió a Madrid y fue después a Andalucía parando en Córdoba, Granada y Sevilla. Visitó después Extremadura y entró en Portugal, desde donde se encaminó hacia Galicia. A esta tierra le dedica casi un mes, pasando por Tui, Pontevedra y Padrón antes de alcanzar Santiago de Compostela el 3 de marzo de 1669. Permaneció tres días en la ciudad y se alojó en el convento compostelano de San Francisco. Después marchó hacia A Coruña con intención de embarcar rumbo a las Islas Británicas. [XIV]


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