Montserrat, monasterio de
Santuario de peregrinación (721 m) en el Camí de Sant Jaume, Cataluña, desde donde parten los romeus a Santiago. Se encuentra a 1.110 km de Compostela si se elige la ruta que va por Jaca, o a 1.070 si se decide ir por Lleida.
Cuenta la leyenda que unos niños pastores encontraron en una cueva de la montaña de Montserrat una talla de la Virgen en el año 880. El obispo Gotmar de Vic mandó que la imagen fuera llevada a Manresa, pero las dificultades a la hora de realizar el traslado le hicieron recapacitar ya que las interpretó como que el deseo de la Virgen era quedarse en Montserrat. Así pues, se decidió levantar una ermita para poder venerarla.
En el año 945, el obispo Jordi de Vic autorizó la formación del monasterio benedictino de Santa Cecilia de Montserrat, del que hoy se conserva la antigua iglesia románica. Ya en el año 959, su abad Cesáreo peregrinó a Compostela para lograr el apoyo de Sisnando II (952-968), obispo de Santiago, para poder restaurar en su favor la dignidad metropolitana de Tarragona.
La fama de milagrosa de esta Virgen atrajo a muchos romeros a Montserrat, que se convirtió en importante santuario de peregrinación. Después de venerarla, partían desde allí muchos romeros hasta la ciudad de Santiago, hasta donde llevaban la noticia de los milagros obrados por su mediación y propagaban sus beneficios desde Compostela a todo el orbe cristiano. Hay que destacar la gran devoción de la que es objeto en Italia. Sin embargo, el culto existente en Perú, Guatemala, Colombia, El Salvador, Venezuela, México o Brasil por esta advocación de la Virgen es debido en parte a que uno de los frailes de Montserrat, Bernat Boil, acompañó a Cristóbal Colón en uno de sus viajes a América y propagó en el continente recién descubierto su devoción. Por otra parte, una de las capillas de la girola de la catedral de Santiago de Compostela acoge también una imagen exenta de la Moreneta, llamada así porque su rostro es negro, igual que el del Niño. La Virgen sedente y coronada porta en su mano derecha la bola del mundo y tiene en su regazo a Jesús, también con corona, que en su izquierda sostiene la piña de un pino y bendice con la diestra.
Debido a los desacuerdos con los rectores de Santa Cecilia, el abad Oliba decidió fundar en 1025 un nuevo centro monástico llamado Santa María de Montserrat en el lugar donde se encontraba la ermita en la que se veneraba la imagen de la Moreneta. De este primitivo cenobio sólo se conserva el pórtico románico.
Hasta el siglo XV, los monasterios de Santa Cecilia y de Santa María de Montserrat, en consonancia con los criterios establecidos por la Regla de San Benito, a cuya orden pertenecían, proporcionaban acogida, albergue y asistencia material y espiritual tanto a los peregrinos que iban allí a venerar la imagen de la Moreneta como a los que después continuaban su viaje piadoso hasta Compostela para postrarse a los pies del sepulcro del apóstol Santiago. Por otra parte, en 1539, el monasterio de Santa Cecilia quedó definitivamente unido al de Santa María de Montserrat.
El declive de la peregrinación a Santiago de Compostela no afectó en tan gran medida a los romeros que se dirigían a Montserrat para venerar a la Virgen. Gracias al mecenazgo de la marquesa de Tamarit, se empezó a construir el camino que une el monasterio con la santa cueva en la que se había encontrado la imagen de la Virgen y en la que se edificó una capilla a finales del siglo XVII. En esta se halla una réplica de la talla de la Virgen encontrada por los niños. Con el tiempo, se fue levantando en su recorrido un impresionante rosario sufragado por las aportaciones de los fieles, cuyos trabajos fueron realizados por artistas tan representativos del modernismo catalán como Gaudí o Joseph Llimona. En él se escenificaban los quince misterios: cinco de dolor, cinco de gloria y cinco de gozo. Además, al otro lado de la ladera, se representó un vía crucis con las catorce estaciones de la Pasión de Cristo.
En 1811, el centro monástico fue arrasado por las tropas de Napoleón y se empezó a reconstruir en 1858, después de un periodo de exclaustración. La fachada de la basílica está decorada por la figura central de Jesucristo, al que acompañan a ambos lados las imágenes de los doce apóstoles, entre los que se encuentra Santiago el Mayor. El papa León XIII, por su parte, le otorgó en 1881 la condición de basílica y, mediante una bula del 11 de septiembre de 1884, proclamó a la Virgen de Montserrat, “Rosa d’Abril, Morena de la Serra”, patrona de Cataluña.
Desde el Año Santo compostelano de 1982, se viene constatando un incremento constante del número de peregrinos a Compostela desde todos los Caminos de Santiago, y Cataluña, que a través del Camino de Sant Jaume tiene como punto de referencia el monasterio de Monserrat, no fue desde luego una excepción. Hasta aquí llegan romeus procedentes de Barcelona, desde el Coll de Panissars por Girona, desde el Coll d’Ares por Ripoll o desde Puigerdà por Sant Jaume de Frontanyà. [JS]