XacopediaSantiago de Olveiroa

Parroquia de 153 habitantes (207 m) en la Prolongación Jacobea a Fisterra, A Coruña. A 54 km de Santiago, a 30 de Fisterra, a 58 de Muxía -santuario de A Barca- por Fisterra, y a 28 de Muxía -santuario de A Barca- por Dumbría. Esta pequeña parroquia del concello de Dumbría, se ha ido convirtiendo con el paso de los años en todo un referente para los peregrinos. Destaca por su estructura medieval y profundo carácter agrícola tradicional y, sobre todo, por la existencia de un albergue que constituye punto de acogida esencial desde Negreira y por ser, además, el último lugar de parada y recepción de peregrinos antes de la encrucijada -Hospital de Logoso-, donde deberá tomar la ruta a Fisterra o la directa a Dumbría y Muxía. Todo ello son características que han convertido a la otrora apartada aldea en un lugar pleno de vida y constante ebullición jacobea en todas las épocas del año, lo que ha llenado de actividad el lugar, reconstruyéndose numerosas casas otrora arruinadas.

Olveiroa, junto con Brandomil, había pertenecido a la poderosa familia de los González de Saz, que controlaban así los pasos estratégicos sobre el río Xallas (s. XIV), en los caminos desde las tierra de Compostela hacia la costa. Existía en Olveiroa una casa- fuerte o castillo, en un promontorio al lado del río, de la que tan solo permanecen un topónimo y una maleza impenetrable. El matrimonio de Leonor González de Saz con uno de los más fieles partidarios del arzobispo Berenguel de Landoira, Roi Soga, propició la cesión al arzobispo de la casa fuerte de Olveiroa, “a casa forte de Olveiroa, con todas sus directuras et con seus peteeçementos”, y con ella, el control por parte del prelado compostelano de tan importante punto estratégico. Jerónimo del Hoyo -comienzos del siglo XVII-, tan sólo le atribuía dieciséis feligreses a la parroquia. Posteriormente, la aldea fue arrasada -como la cercana Hospital de Logoso-, por las tropas napoleónicas tras la derrota de A Ponte Olveira.

Recorriendo las humildes calles de la aldea, se sorprenderá el peregrino ante la iglesia de Santiago, con huellas de su antigua estructura románica en las columnas que sostienen el arco triunfal, posiblemente del siglo XIII. Posee una única nave dividida en tres tramos y bóveda de cañón. Un arco triunfal precede al ábside, sujetado por columnas adornadas por capiteles vegetales. Se han perdido todos los retablos, tanto el que ocupaba el altar mayor como los del evangelio y la epístola. Un Cristo crucificado del siglo XVIII preside el ábside. Parece ser que existió una imagen procesional de Santiago matamoros hoy desaparecida. La representación jacobea más importante que se conserva en la iglesia es un magnífico Santiago peregrino, en madera policromada, con bordón ricamente trabajado en la mano derecha y en la izquierda el libro cerrado. Lleva túnica de pliegues amplios y manto terciado sobre el brazo izquierdo. Siguiendo el canon de las esculturas de piedra representando a Santiago peregrino, la ornamentación se completa con el sombrero de ala ancha adornado con vieiras y esclavina con los mismos motivos. La imagen, al no haber noticias documentales sobre ella, ha sido datada a mediados del siglo XIX. En el exterior, la fachada pentagonal está rematada por una espadaña de un solo cuerpo. En la misma portada, sobre la puerta, está ubicada una imagen de Santiago de origen desconocido. [JAR]


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