Xacopediacoronatio peregrinorum.

Ritual que simboliza la coronación del peregrino por el apóstol Santiago al haber realizado la peregrinación hasta su sepulcro. Es de origen alemán y tuvo su principal desarrollo en la Edad Media y en el siglo XVI. Sus grandes protagonistas fueron los peregrinos de habla germana, entre los que este rito tuvo un fuerte impacto, como lo evidencian las numerosas representaciones que se conservan.

El centro de celebración del rito fue el santuario compostelano. El acto simbólico consistía en la autocolocación sobre la cabeza por cada uno de los peregrinos de una corona unida a la estatua sedente del apóstol Santiago situada en el altar mayor. La mantenían durante un momento sobre la cabeza y volvían a depositarla en la escultura. El alemán Robert Plötz, gran estudioso de esta singular costumbre, considera que se habría iniciado con un príncipe de su país que, tras ser destronado, peregrinó a Compostela y se coronó simbólicamente delante del Apóstol. Su gesto fue imitado por otros peregrinos germanos.

Se ha relacionado, en todo caso, con la parte de la Epístola de Santiago, atribuida a Santiago el Justo (s. I), en la que se considera bienanventurado “el hombre que perservera, porque tras resistir la prueba recibirá la corona de vida prometida por Dios a los que aman”. También se vincula este rito con la legendaria Historia de Turpín (s. XII), en la que el apóstol Santiago le promete al emperador franco-alemán Carlomagno que pedirá a Dios una corona celeste para él por el esfuerzo de liberar su sepulcro y abrir un camino hasta los confines de occidente. Se cree que este ritual pudo durar hasta principios del siglo XVIII, cuando sucumbe a las nuevas obras del altar mayor, que cambiaron por completo la imagen de la estatua de Santiago. En ese momento el número de peregrinos alemanes se había reducido casi por completo. De la famosa corona, que todavía aparece en un inventario de la catedral a mediados del siglo XVII, nunca más se supo. Algún peregrino, como el germano Arnold von Harff (1499), observó el ritual en la catedral compostelana y lo cita al revés, es decir, en su relato es el peregrino el que toma la corona en su mano y la coloca sobre la cabeza de Santiago.

La totalidad de las representaciones iconográficas que se conservan de este ritual están en el área lingüística alemana, señala Robert Plötz. Son unas treinta repartidas por el país y en ellas la escena habitual es la siguiente: el apóstol Santiago sostiene sobre sus manos sendas coronas sobre las cabezas de los peregrinos arrodillados a sus pies. Plötz define este tipo representativo como Santiago coronatio peregrinorum.

La representación más antigua es un relieve de piedra negra de la catedral de Friburgo. Se estima que procede de finales del siglo XII, por lo que el ritual de la coronatio podría ser anterior a la propia colocación de la estatua sedente de Santiago en el altar mayor de la catedral compostelana, que se habría producido a principios del siglo XIII. Robert Plötz señala que las representaciones alemanas se prolongan hasta el siglo XVIII. [MR]

V. Apóstol, abrazo al


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