Mártir cuya vida es desconocida. Según la leyenda, llevó a Cristo niño en sus hombros. De aquí su nombre, que significa portador de Cristo. Además de considerarse patrono de los automovilistas, es también protector de los viajeros. Aunque no es una devoción frecuente en la temática jacobea, se le considera protector de los caminantes. La existencia de San Cristóbal ha sido probada por numerosos autores, entre otros, por los Bolandos en su obra monumental sobre los santos. La demuestran, por otra parte, los martirologios y misales antiguos y el breviario mozárabe. En ellos es consignado Cristóbal como “mártir de Cristo, bajo el reinado del emperador Decio”, entre los años 249 y 251.
Existen numerosas reliquias atribuídas a este santo desperdigadas por el orbe cristiano, veneradas desde tiempos muy remotos. Algunas fueron traídas a España, al parecer poco después del martirio. Así, un brazo se conserva en Compostela, una mandíbula en Astorga y otras están depositadas en Toledo y Valencia. En la Edad Media fue catalogado entre los catorce santos auxiliadores de la humanidad. En la iconografía, tiene la imagen del Santo una gran importancia. Los himnos litúrgicos antiguos proclaman su patronazgo sobre los caminantes. Su fiesta se celebra el 10 de julio. En Galicia es tradición adornar carros y vehículos con retama y flores diversas el día de San Cristóbal para proteger las cosechas y los viajeros. [IM]