Del latín legi, lego [leer]. Entendida como la relación de unos hechos de carácter maravilloso o fantástico, forma parte del mundo jacobeo desde sus orígenes. Frente a los mitos, rechazados por la Iglesia como parte de la cultura jacobea, las leyendas no reciben esa oposición frontal, y son aceptadas como parte del proceso histórico, aunque no alcancen la consideración de las tres tradiciones que han dado sentido al hecho jacobeo: la predicación de Santiago en España, el traslado de sus restos mortales de Jerusalén a Galicia y el descubrimiento milagroso de su sepulcro en la actual Compostela.
Muchas de las leyendas jacobeas, difundidas casi siempre a lo largo del Camino de Santiago, son admitidas como creencias por fieles y peregrinos. Sucede sobre todo con los milagros que desde la Edad Media se atribuyen al Apóstol. En varios casos acabaron transformados por la cultura popular en leyendas con variadas versiones. En su ámbito se sitúa también otro hecho de gran repercusión: la apertura del Camino hacia el sepulcro de Santiago por el emperador franco-alemán Carlomagno, narrada en el libro IV del Codex Calixtinus (s. XII). El éxito popular de este relato, considerado como fantástico por la propia Iglesia compostelana al chocar de forma frontal con las evidencias históricas de la creación de la primera iglesia de culto a Santiago (820-830) por el rey asturiano Alfonso II el Casto, hizo que se incorporase a las leyendas épicas narradas por los peregrinos y al arte del Camino.
Muchos de los milagros y hechos fantásticos protagonizados por peregrinos a lo largo de la Ruta y el tiempo se inscriben también en el amplísimo capítulo de las leyendas relacionadas con el universo jacobeo. [MR]