Citados también como Libros plúmbeos del Sacromonte. Se trata de una falsa colección de documentos en planchas de plomo escritos en latín y árabe en los que se alude, entre otros temas, a la predicación de Santiago en Hispania. Interpretados en principio como un nuevo Evangelio, se descubrieron durante unas obras realizadas en el barrio del Sacromonte de Granada, la última ciudad española que permaneció en poder de los musulmanes hasta que en 1492 la conquistaron los Reyes Católicos. Los Plomos aparecieron entre los años 1595 y 1599, precedidos del hallazgo (1588) en la misma ciudad de unos documentos, también falsos, que presentaban a San Cecilio como un mártir árabe-cristiano que había acompañado a Santiago en su predicación. En estos libros se cita otro supuesto apóstol de Santiago, San Tesifón, al que se sitúa también como árabe y compañero del Apóstol en la evangelización de Andalucía. San Cecilio y San Tesifón aparecen en la tradición cristiana vinculados a la predicación peninsular y en algún caso relacionados con Santiago, pero sin las connotaciones que les aportan los Plomos granadinos.
Los especialistas sostienen que estas falsificaciones son un intento de sincretismo religioso cristiano-musulmán. Con ellas la comunidad morisca que había quedado en Granada pretendía encontrar nexos de unión con el cristianismo, en un intento de garantizar su supervivencia y la de sus costumbres.
Los Plomos del Sacromonte, rechazados definitivamente por la Iglesia en 1682, podrían haber sido una falsificación del hispano-morisco Alonso del Castillo y un amigo suyo, Miguel de Luna, a quienes paradógicamente se dieron a traducir tras su aparición. [MR]