También conocida como capilla de la Azucena. Se encuentra situada junto a la Puerta Santa, en la catedral de Santiago de Compostela. Mantiene casi intacta su fábrica medieval. Simbólica para los peregrinos devotos de San Pedro, lo es también por ser, con las del Salvador y San Juan, la más antigua de la catedral.
En este lugar está enterrada Mencía de Andrade, que se hizo cargo de los gastos de la capilla en 1571. Cuando en 1582 encarga su sepulcro al aragonés Juan Bautista Celma, pide que se haga igual a otra por ella conocida.
Dejó escrito sobre su sepulcro: “[...] sepultado en la Santa Yglesia de Señor Santiago a la Puerta del Perdón don ha sepultado a mys padre y madre tenia la yntencion de cuando Dios fuese serbidollebarme desta presente vida sepultarse a la dicha capilla de San Pedro en la pared que de azia la capilla de Mondragón [...].”
Doña Mencía aparece recostada, vuelta al espectador con una mano en la mejilla y otra en el vientre, se apoya en dos almohadones, con un perro a sus pies, viste hábito y velo y porta un rosario en las manos. De esta época destacan las pinturas murales, aparecidas tras una restauración en 1998, y el sepulcro, obra también de Juan Bautista Celma. El retablo, de 1731, fue proyectado por Fernando de Casas, con la imagen de la Azucena en su hornacina principal, por lo que esta capilla también recibe este nombre. [IM]