caminante

Persona que va caminando, señala el Diccionario de uso del español. Este nombre no tiene un encaje plenamente satisfactorio como sinónimo de ‘peregrino’, como a veces se presenta. De hecho, decididos defensores de la tradición exclusivamente espiritual de la peregrinación por el Camino de Santiago dudan de su sentido profundo aplicado a este ámbito. Y puede ser que no les falte razón. ‘Caminante’, como derivado de ‘camino’, procede de las lenguas celtas cam, ceimm que significan ‘paso’, y se fija en el ámbito celtibérico como camanon, tierra compactada por donde se transita frecuentemente.

Se trata, por lo tanto, en origen, de un concepto puramente material y utilitario que se transmite también a su usuario: ‘el que utiliza una vía determinada por un motivo práctico concreto’. Las propias definiciones en los distintos diccionarios así lo dan a entender. Sin embargo, el peregrino más que hacer uso de un camino de paso, lo que busca es la revelación espiritual que esa ruta especial y concreta, siempre desconocida y siempre nueva, le puede ofrecer. Desde este punto de vista, el que se echa al Camino de Santiago con un afán preferentemente turístico y cultural, lo haría como caminante. Si lo hace con un sentido de búsqueda y regeneración espiritual -sea cual sea el resultado final- estaría actuando como peregrino. Puede suceder que se produzca la confluencia. Como señala un dicho repetido en la Ruta Jacobea, “se comienza el Camino como caminante y se concluye como peregrino”. Otra cosa es que en el uso diario ambos conceptos se combinen e intercambien sin mayor disputa. [MR]

V. peregrino -a