Bañeza, LaCiudad de 11.040 habitantes (770 m) en la Vía de la Plata en la provincia de León, Castilla-León. A 284 km de Santiago. La riqueza de este territorio motivó la conquista de Roma pasando a formar parte del Conventus Iuridicus Asturum, dentro de la provincia de Gallaecia. Su posición estratégica la convirtió en lugar cotizado, sufriendo numerosas invasiones, una de las más destructivas la musulmana en el año 711 arrasó estas tierras aprovechando el paso de la Vía de la Plata.
El actual emplazamiento es del siglo IX, formado a partir de dos núcleos, San Pedro de Périx -habitado por bercianos- y San Salvador, denominado Bani Eiza -lugar perteneciente a los descendientes de Jesús- y poblado por mozárabes. Surge en este momento el monasterio del Salvador, que evidencia la más que notable relación existente entre la creación de La Bañeza actual y su tradición jacobea.
Como monasterio familiar, San Salvador recayó en el matrimonio formado por Abamor Eximiz y su esposa, magnates al servicio del rey de León, quienes lo dotaron y mejoraron entregándoselo al obispo San Genadio a comienzos de la décima centuria para su utilización como “hospedaje propicio a los peregrinos”. El hecho está recogido en el documento de fundación del monasterio del 29 de abril del año 932 -apenas cien años después del descubrimiento del sepulcro del Apóstol- y ha sido traducido por el historiador Augusto Quintana Prieto en su obra El obispado de Astorga en los siglos IX y X (1968).
Así, Abamor y su esposa Cendina ceden al obispo “el Monasterio que llaman de San Salvador de la Bañeza, con todos sus utensilios, y con todas sus propiedades, cuanto yo tuve allí y cuanto pueda adquirir en el futuro, y aplicarlo por el remedio de mi alma, y a favor de los monjes y pobres, para que en este mundo sirva de hospedaje propicio a los peregrinos, a las viudas, a los huérfanos, a los clérigos y a los laicos que deseen servir a Dios”. Nacería así el que para muchos estudiosos es el primer albergue de peregrinos a Compostela y cuya existencia demuestra la importancia del Camino ya en el siglo X. Sin embargo el monasterio sería destruido por Almanzor en el año 997 y reconstruido a principios del siglo XI, siendo ofrecido de nuevo al episcopado.
Sobre este monasterio se levanta hoy la iglesia del Salvador, de cuyo primitivo edificio románico solo se conserva parte del ábside, visible desde el exterior. Se aprecian adornos propios de este estilo, como capiteles tallados con motivos vegetales y humanos bajo los aleros del tejado. Está ceñido por cornisa ajedrezada y reforzado por cuatro columnas, una de ellas rematada con capiteles de follajes. La fachada -renacentista- fue realizada en 1595 y la torre se levantó en 1681 sobre otra anterior, quizá la primitiva románica. En el interior destaca el retablo principal, obra barroca del bañezano Francisco de Rivera así como ocho pinturas sobre tabla de 1653 de Felipe Gil de Mena, de la escuela de Gregorio Fernández, representando a parte de los apóstoles. Completa su patrimonio una excelente talla de Santa Ana con la virgen María niña, obra anónima que data de 1603.
La tradición jacobea de La Bañeza no remata en su historia más pretérita, sino que se perpetuó a lo largo de los siglos con la construcción de otros edificios que también se dedicaron a hospital, como la ermita de San Antonio o la capilla de la Vera Cruz, cuya existencia siempre ha estado ligada a la del hospital del mismo nombre o de Juan de Mansilla. Las primeras referencias datan de 1539 y aunque fue reconstruido en 1897, es probablemente el edificio civil más antiguo que se conserva en La Bañeza. Desaparecida la capilla en el siglo XX, la cofradía de la Vera Cruz se cobija en las dependencias del antiguo hospital mientras espera su próxima reconstrucción en el mismo lugar que ocupó hasta su derrumbe.
Pero la historia más reciente de esta localidad tiene otro protagonista: el párroco Arturo Cabo, gran benefactor de la causa jacobea y auténtico motor de la Asociación de Amigos de Santiago-Vía de la Plata Monte Urba. Él fue quien impulsó el albergue de La Bañeza, uno de los mejores de este itinerario. Amplio y bien equipado presenta un espíritu santiaguista y confirma la inminencia del entronque con el Camino Francés situado a 23 kilómetros. Gracias también al párroco se han señalizado varias zonas del Camino en los alrededores de esta localidad, como el itinerario que transcurre entre la cercana Palacios de la Valduerna y Astorga cuya calzada desapareció entre los diferentes viales construidos a lo largo de la historia. El recorrido alternativo permite al peregrino llegar a Astorga por terrenos de labor y agradables encinares. [TRI]