Caravaca de la Cruz, jubileo de
Año santo celebrado periódicamente en Caravaca de la Cruz, Murcia. Desde 1998 esta ciudad de 24.000 habitantes posee el privilegio perpetuo del año jubilar abierto a todo el orbe católico en el santuario de la Vera Cruz. Fue una concesión a perpetuidad del papa Juan Pablo II. Es el tercer lugar santo de la Península Ibérica, con Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana, Cantabria.
A pesar de que ya se celebraban jubileos especiales en Caravaca desde el siglo XVI, fue con la concesión perpetua y estable de estos cada siete años cuando se observó un nuevo renacer del santuario. El primer año jubilar tuvo lugar en 2003 y el segundo, en 2010, coincidente con el año santo compostelano, y así sucesivamente. El de 2010 fue abierto solemnemente por el cardenal Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española, el 10 de enero.
Las indulgencias plenarias que se obtienen en Caravaca son semejantes a las de los demás jubileos católicos. Hay que peregrinar al santuario y participar, a ser posible, en alguna celebración, orar por las intenciones del papa y recitar alguna oración. El Gobierno de Murcia aprovechó la celebración de 2003 para la promoción cultural y turística de toda la región, a imagen y semejanza de lo que se viene haciendo desde las últimas décadas en Roma y Santiago.
El privilegio jubilar otorgado a Caravaca obedece a que en el santuario de la Vera Cruz “la verdadera cruz” se conserva, en un relicario con esta forma, un fragmento procedente, según la tradición, de la cruz de Cristo. Es la famosísima Cruz de Caravaca. Según la tradición, apareció milagrosamente en el lugar en 1232 durante la celebración de una misa. El sacerdote oficiante descubrió que le faltaba la cruz ceremonial y en ese momento dos ángeles le ofrecieron la de Santo Roberto, patriarca de Jerusalén. Estaba hecha con un fragmento de la cruz de Cristo, el lignum crucis ‘leño de la cruz verdadera’.
El milagro alcanzó fama internacional y dio lugar a una notable corriente peregrinatoria desde distintas zonas de España manifestada sobre todo cada 3 de mayo, festividad de la aparición. Se hizo también muy popular la costumbre de regalar reproducciones de la cruz-relicario.
En 1934 robaron el fragmento del lignum crucis y el relicario original. Se sustituyó por otro idéntico en 1942, gracias a la donación papal de dos minúsculas astillas del lignum crucis de la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén. El relicario consta de dos brazos horizontales de 7 y 10 cm y uno vertical de 17. El santuario de la Vera Cruz, del siglo XVII, es una de las joyas artísticas de la región de Murcia.
El período de mayor apogeo del santuario de Caravaca estuvo entre los siglos XVI y XVIII. La concesión del jubileo cada siete años ha vuelto a reactivar esta peregrinación, como se pudo comprobar en 2003. El Ayuntamiento aseguró que los peregrinos y turistas recibidos ese año se habían aproximado al millón. [MR]