Población de 1.556 habitantes (20 m) en la Prolongación Jacobea a Fisterra, A Coruña, a 74 km de Santiago de Compostela. La localidad forma parte del trazado principal de esta Prolongación Jacobea.
Beneficiada como puerto de refugio situado en el fondo de la ría que le da nombre, en el siglo XV se convirtió en una plaza importante del señorío de los Moscoso, condes de Altamira y enemigos acérrimos de los arzobispos compostelanos. Los señores dispusieron de un palacio en la villa, del que restan algunos paramentos, en el que residían sus administradores y justicias. A los condes Rodrigo de Moscoso y Juana de Castro (1458) se debe la fundación de un hospital para los peregrinos que por aquí pasaban hacia el Santísimo Cristo de Fisterra, aunque pronto se encontró en una situación precaria; la difícil subsistencia se prolongó con dificultad, en diferentes ubicaciones, hasta el siglo XVIII. La iglesia parroquial de San Marcos fue iniciada en 1430 en sustitución de la de Santo André de Canle, ubicada en una posición más elevada. En su interior posee una bella imagen italiana sedente del titular, San Marcos da Cadeira, (s. XV) advocación que puede estar relacionada con la presencia comercial de navíos venecianos.
El camino de la Fonte do Vilar dirige a los peregrinos al campo de San Roque, en el que tuvo asiento la capilla de este santo peregrino, fundada en 1929, que ocupaba el emplazamiento de la más antigua de San Amaro, viajero en pos de la eternidad; el único testimonio de aquella presencia es un antiguo crucero. En este lugar los peregrinos del presente son acogidos en un albergue gestionado, desde 2004, por la Asociación Galega de Amigos do Camiño de Santiago. [AP]