Juan Bautista, San
Predicador judío (¿?-31 d.C.). Considerado profeta por el cristianismo y por el islamismo. Hijo de Zacarías e Isabel, también es conocido como el Precursor de Jesucristo. Según los evangelios del Nuevo Testamento de la Biblia, bautizó al mismísimo Jesús en el río Jordán, reconociéndolo como el Mesías. El propio Señor dijo del Bautista: “De cierto os digo que no se ha levantado entre los nacidos de mujer ningún otro mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es mayor que él”. (Mateo, 11:11). Una gran parte de su vida transcurrió en el desierto, donde se preparó para iniciarse en la propagación de la palabra divina.
La muerte del Bautista fue rememorada por los evangelistas San Marcos y San Mateo, y también por Flavio Josefo. La historia relata que Juan condenó la unión libre de Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, con su sobrina Herodías. “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”, le acusa. El hecho lleva al encarcelamiento del Precursor en las mazamorras del castillo de Maqueronte. Diez meses después, Antipas celebra su cumpleaños ante una amplia representación de mandatarios. La hija de Herodías, Salomé, ejecuta una danza para el tetrarca. Le gustó tanto el baile a Herodes que realiza un solemne juramento a Salomé: “Pídeme lo que quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino”. La danzarina lo consulta con su madre, quien no duda en la respuesta. Es entonces cuando Salomé se acerca a Antipas y sentencia al Precursor: “Quiero que me des al instante, sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el Bautista.” Herodes se entristeció, pues apreciaba a Juan y sus enseñanzas, pero por el juramento, y por los que con él estaban a la mesa, cumplió su palabra. Envió un guardia a la celda, quien regresó con la cabeza del Bautista sobre una bandeja de plata. Cuando los discípulos tuvieron noticia de su muerte, se presentaron en la fortaleza, tomaron el cuerpo del Precursor y le dieron sepultura.
Referencias en el Liber Sancti Jacobi//// Juan el Bautista es mencionado en el Codex Calixtinus varias veces. Se señala que inició el “ministerio de la predicación” cuando ya había cumplido los treinta años. Se alude en el mismo libro [capítulo XVII] a un responsorio en el que se indica que el agua debía ser bendecida, entre otras festividades, en la Vigilia de San Juan Bautista.
En otro sermón, se realiza la siguiente advertencia a los “negociantes farsantes” que despliegan sus malas artes a lo largo del Camino, aprovechándose de los peregrinos: “Mas si no os convertís de vuestros innumerables engaños a los mismos santos, a saber, a Santiago, Pedro, Gil, Leonardo; a la misma madre de Dios, Santa María del Puy; a Santa Magdalena, a San Martín de Tours, a San Juan Bautista de Angély, a San Miguel Marino, a San Bartolomé de Benevento, a San Nicolás de Bari, los tendréis como acusadores delante del Señor, pues habéis explotado a los peregrinos.”
En la misma basílica de Angély (Poitou) sitúa el Códice la cabeza de San Juan Bautista, “venerada día y noche por un coro de cien monjes, y se esclarece con innumerables milagros”. En esta población del departamento de Charente-Inférieure, punto de referencia de la Vía Turonense, se dieron cita varios monarcas franceses y españoles, tras el anuncio del abad Alduino del descubrimiento del cráneo del Bautista (año 1010). El monje Ademar de Chabannes (988-1034) puso en duda su autenticidad y no es para menos. Haciendo caso a toda la historiografía de la preciada reliquia del Precursor, existirían de hecho dos cabezas en Constantinopla, una estaría en Roma, otra en la mezquita de los Omeyas de Damasco, además de la consabida de Angély. Habría fragmentos en otros santuarios de París, Venecia, Amiens, etc. La propia basílica compostelana consta de un altar dedicado a la advocación de San Juan Bautista, hecho recogido en el libro V del Liber Sancti Jacobi.
La principal festividad del Precursor se corresponde con su Natividad, que se sitúa el 24 de junio. El 29 de agosto se celebra la memoria de su martirio. [SOB]