XacopediaTorcuato, San

También denominado San Trocado. Citado por la Iglesia como uno de los varones apostólicos discípulos directos del apóstol Santiago el Mayor. Según la tradición jacobea, que no siempre coincide con otras que citan también a estos varones legendarios, San Torcuato era uno de los nueve discípulos del Apóstol Santiago. Los otros ocho son Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio, Cecilio, Hesiqui, Teodoro y Atanasio. Son los que recogen su cuerpo y se dirigen a España.

De los nueve, dos de ellos, Teodoro y Atanasio, fueron enterrados en el mismo sepulcro donde se encuentra el Apóstol. Los siete restantes son conocidos como los siete varones apostólicos y dice el Códice Calixtino (s. XII) que fueron designados por San Pablo y San Pedro para evangelizar España. Al margen ya de los relatos jacobeos, la tradición del sur de España cuenta que San Torcuato, el más anciano de los siete, guiaba a sus hermanos por tierras españolas cuando en las cercanías de Acci, en la actualidad Guadix (Granada), se detuvieron a descansar. Mientras este pueblo rendía culto a Júpiter, Mercurio y Juno, sus habitantes se percataron de que ninguno de los siete festejaba a sus ídolos y entonces se rebelaron contra ellos. En medio de la persecución, los siete varones cruzan el río Fardes y, cuando sus perseguidores están en medio del puente romano, este se derrumba. En ese momento, por mediación de una matrona llamada Luparia -esta figura aparece también en los relatos jacobeos-, que con el tiempo se convertirá en santa, son acogidos con respeto y Guadix queda ya cristianizada.

Sin embargo, San Torcuato decide quedarse en Guadix. Poco después es martirizado en un pueblo cercano llamado Benalva. En el lugar donde se supone que se produjo el martirio, se encuentra una ermita y muy cerca un olivo, del que se dice que es retoño del plantado por el santo, cuyas aceitunas y hojas son milagrosas. En este sentido, existe la creencia de que son un gran remedio contra diversas enfermedades.

El cuerpo de San Torcuato durante siglos fue venerado en Guadix, pero en tiempos de Abderramán, hacia el año 777, y ante el peligro de la invasión musulmana, fue trasladado a la iglesia de Santa Comba donde permaneció hasta que fue reubicado en el monasterio de Celanova.

En la iglesia de Santa Comba (Ourense) se conserva todavía el sepulcro de mármol en el que estuvo un tiempo el cuerpo del santo. Los visitantes acostumbran a introducir la mano por una ranura para extraer del interior un poco de polvo, ya que la creencia popular dice que es milagroso, sobre todo para las enfermedades oculares.

Guadix reclamó sus preciadas reliquias durante mucho tiempo y al final por medio de Felipe II, en el año 1593, se consiguieron trasladar a su catedral media caña de un brazo y un dedo pulgar. Cuando se abrió la urna del santo en tierras orensanas, el sudario se conservaba blanquísimo, mientras que la tela que cubría la cabeza estaba ensangrentada y pegada a la herida que le causó la muerte. Los demás restos se encuentran en varios relicarios y en una urna de plata en el monasterio fundado por San Rosendo en Celanova. Sin lugar a dudas, esta pequeña iglesia de asombrosa belleza es el mejor patrimonio cultural de la Baixa Limia.

En la Península Ibérica existen pocas iglesias dedicadas a este santo; además de la de Bande, hay otras dos en Ourense, una en Cenlle y otra en Allariz. También se erigieron santuarios en honor al santo en Guadix (Granada), así como en Toledo, Zamora y en Portugal. [IM]

V. Epístola del papa León


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