Población de 20.600 habitantes (855 m) en el Camino Francés a su paso por la provincia de León, Castilla y León. A 304 km de Santiago. Situado al lado de la ciudad de León, el topónimo de este municipio muestra su carácter jacobeo. Sin embargo, el recorrido actual no es el que hacían los peregrinos de la Edad Media, cuando este era un enclave agrícola -ahora se ha convertido casi en una barriada de la capital-. Aunque hay constancia de asentamientos desde el Paleolítico, la historia reciente de esta población, al igual que León, se remonta a tiempos de Ordoño I (s. IX). Como la capital, sufrió también el paso de Almanzor y alcanzó todo su esplendor con el auge de las peregrinaciones. Los franceses que pasaban hacia Compostela dejarían aquí su culto en honor del santo característico del Camino, San Martín de Tours, y muy pronto comenzarían a surgir hospitales para atender a estos peregrinos cuyo paso por el pueblo está documentado ya en el siglo XIII.
El único centro del que hay constancia es el hospital anejo a la ermita de Santiago. Aunque no existen muchos datos sobre su fundación, se sabe que disponía de bienes ya en el siglo XVI y que en el XVIII contaba con, al menos, dos camas y estaba obligado a trasladar a los enfermos pobres y peregrinos a los cercanos hospitales de la Virgen del Camino, Onzonilla o San Marcos. Atendido por una cofradía vinculada al culto a Santiago, se financiaba gracias a los ingresos procedentes del arriendo de fincas en los pueblos de San Andrés, El Ferral, Oteruelo, Villabalter, según consta en el libro de cuentas conservado en los archivos parroquiales. La decadencia de este dispensario vino en el siglo XVIII, cuando el obispo decidió emplear sus fondos en la construcción de escuelas y seminarios.
La ermita de Santiago se halla en la orilla de la carretera de Astorga y es la única superviviente de las cuatro que hubo en Trobajo. Fue reconstruida en 1777 sobre una existente desde la Alta Edad Media y se compone de una pequeña nave rectangular. En la fachada una cuartela indica la fecha de la reconstrucción junto con una cruz de Santiago y una venera o concha de peregrinos. En su interior se alberga la escultura de Santiago matamoros, realizada entre 1777 y 1778 por encargo de la cofradía de Santiago. Entre 1930 y 1964 la imagen estuvo en la iglesia parroquial pero volvió aquí tras la restauración del templo y cada 25 de julio -festividad de Santiago- es llevada en procesión por las calles del pueblo.
Aparte de la ermita, Trobajo conserva la iglesia de San Juan del siglo XVIII, al lado de la cual estuvo el cementerio del pueblo hasta que se construyó el nuevo, en los años setenta del pasado siglo. Muchos peregrinos fueron enterrados en el viejo camposanto, algunos de ellos víctimas de los asaltos que sufrían en el trayecto a la Virgen, tal como especifican los libros sacramentales como causa de la muerte. En este tramo que va de Trobajo a la Virgen del Camino existieron otras tres ermitas de las que no quedan rastros. Una estaba dedicada a San Martín, otra a la Magdalena -que tenía hospital para peregrinos- y otra a San Isidro del Monte. Sobre esta última gira una leyenda muy extendida que se remonta al año 1158 cuando una tenaz sequía impedía a los labradores arar sus campos. Los leoneses rezaron a San Isidro y sacaron sus restos en procesión, subiendo por el camino jacobeo y, al llegar al alto de la actual calle Santiago Apóstol, ocurrió el milagro y el agua comenzó a caer en abundancia, por lo que el rey Fernando II acordó establecer una ermita en el lugar. Las otras dos estaban dedicadas a la Magdalena y a San Martín. La de la Magdalena tenía hospital para peregrinos.
En las inmediaciones de Trobajo se conservan los restos de un crucero del siglo XV similar al que se encuentra en lo alto del portillo de León. Es el único que se conserva de los muchos que tuvo la ruta en este municipio, tres de ellos en el tramo que va a la Virgen del Camino, y que señalizaban, además del itinerario jacobeo, lugares donde habían ocurrido hechos importantes y dignos de recordar.
A pesar de que durante muchos años el pueblo perdió su tradición jacobea, en la actualidad la ha retomado. El primer paso fue la reapertura del santuario; en segundo lugar, la recuperación de las dos veneras de los peregrinos en el escudo municipal y, por último, el nombre original de la calle de los Peregrinos, que recibe al caminante en su entrada a la ciudad. [TRI]