Rutas alternativas al trazado más conocido del Camino Francés, a través de Rabanal del Camino y Foncebadón, a su paso por la provincia de León, Castilla y León. La denominada variante de Manzanal se deriva en Astorga, entrando al Bierzo por el puerto del mismo nombre. Si bien inicialmente seguía el trazado de la Vía Nova romana o Itinerario XVIII de Antonino, abandonada dicha vía, el trayecto actual de referencia es la antigua carretera N-VI de A Coruña, que sigue en su mayor parte entre Astorga y Ponferrada, donde vuelve a enlazar con el camino jacobeo principal.
Se atribuye la primera noticia de esta ruta al monje servita Hermann Künig von Vach, quien publicó, en 1495, una guía para peregrinos alemanes en la que, entre otras cosas, dice de esta variante: “Tienes buena gente y un camino seguro, y dan gustosamente pan y vino”. Está también documentada la existencia de centros asistenciales en la mayoría de los pueblos del recorrido: Pradorrey, Combarros, Manzanal del Puerto, Torre del Bierzo, Bembibre y San Román de Bembibre; además de los monasterios de San Juan de Montealegre (en ruina, BIC), San Miguel de las Dueñas (BIC) y la Peña de Congosto. Fue asimismo camino seguido por ilustres viajeros como Gaspar Melchor de Jovellanos (1792), Robert Soutley (1797) o George Borrow (1837), quienes dejaron jugosas crónicas de su paso.
Canalizaría el flujo de romeros del norte de Burgos, Palencia, León y sur de Asturias. Tras atravesar la comarca leonesa de La Cepeda, penetra en el Bierzo por los altos de Brañuelas, para converger con la ruta del Manzanal en la localidad berciana de Torre del Bierzo. Los primeros datos se remontan hacia 1424, cuando Juan de Oviedo, mayordomo del infante don Juan, levantó un hospital para asistencia de pobres y peregrinos en Cerezal de Tremor. Otro lugar importante era el alto de San Bartolomé, en Villameca, donde se había asentado, hacia 1192, una comunidad de hospitalarios de San Juan de Jerusalén que amparaban y protegían a los romeros en su camino hacia el Bierzo. [JAY]