XacopediaBurgos

Capital de la provincia del mismo nombre, de 173.239 habitantes (860 m) en el Camino Francés, Castilla y León. A 485 km de Santiago. Varias rutas de peregrinación confluyen en Burgos para seguir posteriormente el trazado del Camino Francés hasta Compostela. Son la Ruta de la Lana y los ramales de los caminos Vasco del Interior y del Norte. Aunque no nació ligada al Camino, como tantas otras localidades, la Ruta Jacobea tuvo una gran relevancia en su historia. Fundada en el año 884 por el conde Diego Rodríguez Porcelos, la pequeña ciudadela se desarrolló gracias al asentamiento de gremios -los burgos que le dieron su nombre actual- que llegaban atraídos por la gran cantidad de viajeros que pasaban por la zona. Tal relevancia llegaron a tener los peregrinos que la ciudad albergó más de treinta hospitales para darles cobijo, convirtiéndose en la población del Camino con más centros hospitalarios. Americ Picaud la cita en el Codex Calixtinus como punto de descanso entre etapas: “La quinta, para jinetes, es de Nájera hasta la ciudad llamada Burgos. La sexta es desde Burgos a Frómista”.

El peregrino entraba -y todavía entra- por la calle de las Calzadas, cuyo origen jacobeo resulta innegable. La primera iglesia que encuentra es la de San Lesmes, cuyo origen se encuentra en uno de los hospitales que ofrecían asistencia a los pobres y peregrinos extramuros de la ciudad. Se trata del hospital de San Juan, fundado en 1074 por el rey Alfonso VI y que adquiere verdadera importancia cuando en el año 1091 es cedido a un clérigo francés -Adelelmo, Adelmus o San Lesmes- que decide quedarse en estas tierras para atender a los peregrinos que se dirigen a Santiago. El hospital consistía entonces en una casa de acogida y en una capilla sobre la que años después se construiría la iglesia de San Lesmes, derribada en 1367. A finales del siglo XIV, el rey Juan II cedió unos terrenos próximos para construir el templo actual. En sus paredes se puede ver una imagen de Santiago con hábito peregrino. También hay una representación de San Lesmes atendiendo al peregrino y frente al templo se encuentra el monasterio de San Juan y la fachada del hospital del mismo nombre -hoy casa de cultura-.

Continuando este tramo urbano del Camino, el peregrino pasa por el arco de San Juan camino de la catedral, cuyo edificio actual es muy distinto del que veían los romeros del siglo XII, tras las numerosas reconstrucciones y ampliaciones. De hondo fervor es la capilla dedicada al Cristo de Burgos, cuya leyenda afirma que le crecen el pelo y las uñas y que se ha convertido en lugar de visita y oración para los peregrinos. Respecto a la imaginería e iconografía jacobeas, destaca la capilla de Santiago, que ocupa un lugar preferente en la girola y que presenta en su reja una figura ecuestre del Apóstol que da paso a un retablo en el que Santiago adquiere gran protagonismo. En la sillería del coro se representa la aparición de la Virgen del Pilar al Santo, cuya imagen también se encuentra en la restaurada capilla de Santa Tecla y en la puerta de los Apóstoles, lugar por donde accedían los peregrinos al templo hasta que fue clausurada en el siglo XVIII. Como curiosidad, señalar la presencia del sepulcro del Cid bajo el cimborrio y el popular Papamoscas en el interior de la nave mayor.

Cerca de la catedral está la iglesia de Santa Águeda y Santiago, donde el Cid hace jurar a Alfonso VI que no tuvo parte en la muerte de su hermano el rey Sancho II, lo que le valió el destierro. Próxima se encuentra otra iglesia de clara vocación jacobea, ya que está dedicada a San Nicolás, santo íntimamente ligado al Camino de Santiago. En el costado derecho del altar, aparece una imagen de Santiago matamoros. Desde aquí, el antiguo peregrino continuaba hacia el oeste para salir por la puerta de San Martín, erigida por orden de Alfonso X el Sabio entre los siglos XIII y XIV y construida por maestros alarifes mudéjares que emplearon ladrillo y piedra. Este arco, que todavía hoy puede contemplar el peregrino, forma parte de la ciudad amurallada y por él entraban a Burgos los reyes una vez jurados los privilegios de la ciudad y salían los peregrinos para continuar su camino hacia Santiago, como recuerda una concha situada en el arco. A partir del siglo XII comenzó a adquirir relevancia otro ramal que seguía la parte izquierda del río tras cruzar la puerta de Santa María y llegaba al hospital del Rey y al monasterio Santa María la Real de las Huelgas.

Hacia 1180 el rey Alfonso VIII y Leonor de Aquitania fundan una ciudad-monasterio de monjas cistercienses que se convertiría en casa madre de todas las abadías femeninas de Castilla y León además de panteón real, el monasterio de las Huelgas. Destaca en el conjunto religioso por su interés jacobeo la capilla de Santiago, la construcción más oriental del monasterio en cuyo interior se alojaba una escultura articulada de Santiago sedente, con una espada en la mano derecha, utilizada durante siglos para las ceremonias de armar caballeros a los reyes. Actualmente la imagen se encuentra en la capilla de Belén, en el claustro de San Fernando, y el monasterio de las Huelgas forma parte de la clausura monástica, por lo que permanece cerrado al visitante.

El peregrino alemán Künig Von Vach de finales del siglo XV mencionaba la existencia de treinta y dos instituciones de caridad, entre las que destacaba el hospital del Rey, ya que en él se podía “comer y beber hasta la saciedad”. El centro, que adquirió gran fama por sus copiosas raciones de pan, vino y carne, fue fundado en 1195 por Alfonso VIII, que lo puso bajo la jurisdicción del monasterio de las Huelgas, tal como señalan unos versos de las Cantigas:

De sí en Burgos moraba

E un Hospital façía

El, e su moller labraba,

O monasterio das Olgas.

En la época de Alfonso X era ya un gran centro de acogida de peregrinos y a finales del siglo XV contaba con ochenta y siete camas y era uno de los más importantes de todo el recorrido. Las diversas construcciones, que van del siglo XIII al XVIII, se articulan en torno al patio de Romeros, cuya puerta de ingreso, de 1526, está presidida por una imagen sedente de Santiago bajo una enorme conche de vieira. En el patio sobresalen las puertas de la iglesia, atribuidas a Juan de Valmaseda y obra cumbre del renacimiento español, que muestran imágenes de peregrinos hacia Compostela. En ellas se puede ver desde una madre que va amamantando a su hijo a la vez que camina hasta todos los diferentes tipos de peregrinos de la época -descalzos, con zapatos, en harapos...-. La figura de Santiago en hábito es singular. Actualmente, los restos del viejo Hospital Real albergan instalaciones universitarias.

Cuando algún peregrino moría se le enterraba en el cementerio situado frente a la puerta de Romeros, presidido por una sencilla capilla dedicada a San Amaro en cuya hornacina figura la imagen de un peregrino. San Amaro, considerado francés de nacimiento y burgalés de adopción, hizo el Camino cuando las peregrinaciones estaban en su máximo esplendor y, a su vuelta de Compostela, decidió quedarse en Burgos para dedicar su vida a los enfermos y romeros, por lo cual es venerado en la ciudad.

Pero a los hospitales de San Juan y del Rey había que sumar una larga lista que incluía el de Malatos, el de San Lucas y los dos cercanos a la puerta de San Martín: la casa del Verdugo -que antes de dar cobijo al responsable de tal menester hacía lo propio con los peregrinos- y el del Emperador, fundado por Alfonso VI en 1085 para substentatione peregrinorum. Este centro se mantenía con el portazgo de la leña y el carbón que entrasen en la ciudad cada jueves. Al aumentar los peregrinos, Alfonso VII en 1157 ratificó e hizo suyos los fueros otorgados y por ello firmó un documento titulado Burgensi Hospitali. A estos centros se añadían otras instituciones religiosas que dedicaron parte de su actividad a la atención de los peregrinos, como el monasterio de las Huelgas, el convento de San Agustín o la ostentosa cartuja de Miraflores, con retablo del siglo XV de indudable sentir jacobeo. En su repertorio escultórico figuran dos imágenes de Santiago: una es, posiblemente, de las más bellas de toda la iconografía jacobea mientras que en la otra el santo aparece tocado con sombrero y vieira jacobea.

Hoy, al igual que en siglos pasados, Burgos quiere ofrecer al peregrino una completa infraestructura, para lo cual cuenta con tres albergues. El más destacado es el municipal, conocido como casa de los Cubos y situado en pleno Camino -cerca de la catedral- en un edificio declarado Bien de Interés Cultural. Abre todo el año y está atendido por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Burgos. La asociación Divina Pastora ha abierto otro centro, que cuenta con capilla donde se ofrece misa por la tarde. Y el tercer albergue, Emaús, depende de la Diócesis de Burgos y está anexo a la parroquia de San José Obrero. [TRI]

V. Amaro, San / Burgos, catedral de Santa María de / Lesmes, San / Huelgas, monasterio de las / Santiago del Espaldarazo


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