XacopediaVilar de Donas, iglesia de

Situada en el municipio de Palas de Rei, provincia de Lugo, Galicia. A pesar de que el templo no se encuentra en la ruta de peregrinación francesa, es un destacado monumento en el contexto jacobeo, pues perteneció a la Orden religiosa-militar de Santiago. Por ello, la belleza de la edificación y por su proximidad al trazado del Camino, es muy recomendable la visita. Para acceder, es preciso tomar un pequeño desvío en el trayecto que une la aldea de Portos y la de Lestedo.
La iglesia de Vilar de Donas es uno de los ejemplos más importantes del románico gallego en el Camino de Santiago, aunque también muestra influencias artísticas góticas y cistercienses. En el año 1224 concluyó su construcción. Se encuentra bajo la advocación a San Salvador y fue declarada monumento histórico-artístico en el 1931.
El monasterio del que formó parte se fundó en una época imprecisa como templo de monjas, lo que explica su nombre: donas, en gallego, que en castellano significa ‘dueñas’.
El vínculo con el Apóstol y las peregrinaciones a Santiago se establece en el año 1148, en tiempos de Alfonso IX, cuando se dona el monasterio a la Orden Militar de Santiago. En la escritura de donación se especifica que este sería el lugar de sepultura de los caballeros gallegos de la Orden y punto de encuentro donde celebrar el capítulo anual. Además, hace referencia a que los caballeros deberían de llevar un tipo de vida piadoso para que Dios fuese fielmente servido, de lo que se desprende que las prácticas de los monjes tenderían más a lo religioso que a lo caballeresco.
Este convento alcanzaría gran representatividad y peso durante la Edad Media. Algunos historiadores sostienen que en torno a él gravitaba la vida de toda la organización y de ella salían las directrices que regían la comunidad gallega de la Orden de Santiago.
Declinando la Edad Media se inicia una decadencia que se hace constar en múltiples aspectos y, sobre todo, en el espiritual. En 1826, pocos años antes de su desaparición definitiva, consta que se hace dependiente del priorato de San Marcos de León. Después de la Desamortización de Mendizábal se convirtió en parroquia, y en este estado se mantiene hoy en día.
La iglesia es de planta de cruz latina, con una sola nave cubierta con armadura de madera, crucero y cabecera triabsidal donde destaca el principal por su gran tamaño -posiblemente esta cabecera sea anterior al resto del templo-. Por lo general, la ornamentación exterior es escasa exceptuando la puerta de la fachada principal, ricamente decorada: muestra un arco abocinado de medio punto, tornalluvias/arquivoltas y decoración profusa en zigzag o con motivos vegetales y figurados, entre los que destacan las estatuas de San Miguel y San Bartolomé.
El interior es de gran calidad y produce sensación de armonía. La ornamentación arquitectónica también es muy reducida, y tan solo son dignos de mención los arcos de las ventanas y los capiteles. Al margen de esta parquedad, sobresalen las pinturas murales que decoran del ábside central como un retablo, que forman uno de los conjuntos más destacados y mejor conservados de Galicia. Se trata de una creación gótica realizada con motivo del Año Santo compostelano de 1434, en tiempos de Juan II, monarca protector de los peregrinos. Por lo que se refiere a aspectos técnicos, se percibe la impronta de al menos tres autores distintos y fueron realizadas al temple. El tema que se halla en mejor estado es una escena del misterio de la Anunciación de Nuestra Señora con María y el arcángel San Gabriel, flanqueando la ventana que ilumina el altar. Entre los personajes que asisten a la escena, se encuentran dos a los que la tradición popular llamaba Bela y Elvira, e identificaba con las donas fundadoras de la iglesia, aunque parece que se trata de una dama y un caballero ataviados con ropas de la época. También resulta interesante la pintura de la parte superior, correspondiente a la bóveda del ábside, caracterizada por un fuerte simbolismo que alude a la bóveda celeste, donde se representa a Cristo como Juez en una aureola mística sostenida por ángeles. En la parte baja está Cristo Varón de Dolores entre los reyes Juan II y María de Aragón y su hijo Enrique.
Dada la condición de mausoleo de esta iglesia, se conservan los sepulcros y las lápidas esculpidas de varios de los caballeros de Santiago allí enterrados con armas de diversas familias. Una de las obras sepulcrales pertenece al caballero Fernando Ares Noguerol. La urna se sitúa encima de dos leones que guardan un jabalí en la cabecera. [XIV]


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