Xacopediasuperación

Concepto contemporáneo vinculado al Camino de Santiago como itinerario de autorrealización personal en el que, tras el paso correlativo de una serie de dificultades inéditas en la existencia diaria, se alcanza una meta. En este caso la meta es la realización con éxito de la ruta jacobea, pero sus gratificantes resultados se extrapolan a las expectativas existenciales de la persona tras su regreso a la vida cotidiana. El Diccionario de la lengua española (Real Academia Española, 2001) remite ‘superación’ al verbo ‘superar’, que incluye dos acepciones vinculadas con el significado que aquí nos interesa: “Vencer obstáculos o dificultades” / “Dicho de una persona: hacer algo mejor que en otras ocasiones”.

El Camino de Santiago es interpretado, en tal sentido, como el espacio/escenario -físico y mental- singular y no cotidiano en el que se puede hacer realidad esa doble idea de superación expresada de forma precisa en el diccionario. Las primeras y más duras pruebas de superación se presentan al principio y en ellas el caminante descubre -también en esto el Camino es visto por algunos como un escenario distinto- que no está solo, algo que ya intuía en muchos casos. La clave, se dice y le dicen al peregrino que decae, son los primeros días, y este pone todo su empeño en cumplir el reto ante él y los demás. Para eso se ha situado en ese escenario: justamente para eso. El de la superación es, por lo tanto, un término afín a peregrinos y caminantes casi siempre primerizos.

Y son muchos quienes hacen el viaje en el presente. Por eso es un concepto de gran uso actual. En la apertura del Jubileo de 2010, celebrada en Roncesvalles en febrero de ese año, el príncipe Felipe apelaba a este término: lo presentaba como una de las “ideas fuerza del Camino”, exportable a otras facetas de la vida privada y pública. Un ejemplo a seguir.

La senda jacobea es vista como una prueba de superación o -de una forma más interpretativa e íntima- de autorrealización. En la idealización actual del término se mezclan expectativas físicas y psíquicas. Es una de las claves -ni mucho menos la única ni la más decisiva y profunda- del éxito contemporáneo del Camino.

Sin embargo, aunque la Ruta Jacobea siempre fue un itinerario de superación de dificultades, el concepto como tal es de uso contemporáneo, como decimos. El hombre medieval afrontaba el camino con mucho miedo y una cierta expectación, conceptos primarios nunca interpretados como un escenario físico-mental para el reto personal.

Frente a la interpretación acomodaticia actual del término ‘superación’, el peregrino histórico debía sobreponerse sobre todo a dos cosas en su largo caminar: el sufrimiento físico derivado de las penalidades ocasionadas por la ruta -hambre, enfermedad, frío, robos y un sinfín de contrariedades- y la tensión religiosa -la ansiedad espiritual de alcanzar la meta y sentir de cerca el amparo del Apóstol, el apremio omnipresente de la idea de salvación-. En este sentido, el Codex Calixtinus (s. XII) establece una distancia sideral con el presente. Apela al sufrimiento, a la mortificación de la carne, porque -señala- “no hay comparación [para el peregrino] entre los padecimientos de la vida presente y la gloria venidera”. [MR]

V. motivaciones / sufrimiento


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