Esteban, maestro

Maestro de obras que trabajó en la catedral de Santiago en tiempos del obispo Gelmírez (s. XII), quien lo pudo haber recomendado al obispo Pedro de Roda como arquitecto en Pamplona. Según la Historia Compostelana, en la primera etapa episcopal de Gelmírez “comenzó a restaurar lo destruido, conservar lo restaurado y conducir lo conservado no sin mucho trabajo, a estado de perfección”. En este caso, algunas de sus actuaciones se centraron en la restauración de los canecillos de la capilla axial de la cabecera de la catedral de Santiago y en esculpir la fachada de As Praterías, aunque en la actualidad se admite más que una única mano de autor, al comprobar desajustes en los tímpanos y en las jambas, así como que algunas piezas no sean del lugar y otras fuesen reaprovechadas, entre las que se incluye el Cristo, como obra primeriza de Mateo.

Tampoco es homologable a las esculturas que se realizaron en Pamplona o Jaca, por lo que se descarta la misma autoría, y sólo se le reconoce su faceta de arquitecto y no la de escultor.

La fachada de As Praterías se atribuyó también a un autor anónimo, bajo la denominación de “maestro de Platerías”, pues la relación de fechas, constructores, autores y situaciones arqueológicas no consigue autentificar la concurrencia del maestro Esteban en esta etapa constructiva de la catedral de Santiago a la vez que en Pamplona. La intención de situarlo remontado en el tiempo como arquitecto de Peláez, propuesta por John Williams, no tuvo tampoco demasiado eco entre los investigadores. Existen diversos documentos que citan al maestro Esteban como colaborador en la construcción de la catedral románica de Pamplona, sin embargo su participación en esta obra genera controversias, porque en la capital iruniense es donde se cita como maestro de obras de la catedral de Santiago, dato que se desconoce en la documentación compostelana. Los escritos citados se hallan en el Libro Redondo, o cartulario, de la catedral pamplonesa. En un texto fechado el 11 de junio de 1101, el obispo Pedro de Roda otorgaba a un constructor denominado Esteban -junto con su mujer, hijos e hijas- propiedades concretadas en casas y viñas en Pamplona, además de facilidades para construir una vivienda. En otro documento semejante se cita a Esteban como “magistro operis Sancti Iacobi”.

La forma poligonal de la cabecera de las catedrales de Santiago y Pamplona no obedece a un modelo común en el románico, sino a una excepción, hecho que determina que pueden haber sido realizadas por la misma mano, para luego repercutir esta forma en la comunidad románica de ambas zonas. Francisco Javier Ocaña Eiroa sostiene que el maestro Esteban dejó planificada la construcción de las capillas poligonales cuando se trasladó a Pamplona, para que fuesen ejecutadas por su taller de acuerdo con su proyecto. [IM]