Federico I Barbarroja.

Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (ca. 1122-Cilicia, actual Turquía 1190), ocupó el trono entre 1154 y 1190. Durante su mandato envió a Santiago de Compostela una expedición alemana de sesenta naves con diez mil hombres. Se dice que intentaron llevarse la cabeza del Apóstol usando la fuerza.

Federico Barbarroja era hijo de Federico II de Suabia y de Judit de Baviera. En 1147 heredó de su padre el título de duque de Suabia. Ese mismo año participó en la segunda cruzada junto a su tío, el emperador Conrado III, quien lo nombró heredero. A la muerte de este, en 1152, Federico fue elegido rey de Alemania por aclamación de la asamblea de príncipes. Con su nombramiento pretendían poner fin a las disputas entre güelfos, seguidores de los Welf de Baviera, y gibelinos, partidarios de los Hohenstaufen (procedentes de Suabia), pues estaba emparentado con ambas casas.

La ambición del monarca, sin embargo, iba mucho más allá de las fronteras de Alemania. Su principal pretensión era crear un imperio universal que recuperase el antiguo poder y prestigio del Imperio romano. Para ello, fijó el foco de su política y ambiciones sobre la península italiana.

Con el objetivo de someter a las ciudades italianas y al Papado, prometió ayudar al pontífice Eugenio III a sofocar la rebelión de los romanos. Así, con el consentimiento de la Iglesia, Federico I entró con su ejército en Italia en 1154 y, al año siguiente, fue coronado en Roma emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por el papa Adriano IV.

Continuó con la expansión del imperio y en 1158 asumió todos los derechos de los antiguos emperadores romanos. Se originó entonces un conflicto entre ambas partes que desembocó en el nombramiento de antipapas por parte de Barbarroja. En 1176, la poderosa Liga Lombarda venció al emperador germano. A partir de entonces, su poder sobre la península italiana mermó considerablemente y se vio obligado, entre otras cosas, a reconocer la autoridad del papa Alejandro III.

Barbarroja murió en 1190 en Cilicia, ciudad en la que se encontraba al mando de las tropas de la tercera cruzada para liberar Jerusalén del poder del sultán Saladino. [XIV]