Sigfrido I

También citado como Siegfried, Sigifredo, y Sigfredo. Obispo de Maguncia, en Alemania (s. XI). Peregrina a Santiago de Compostela en 1072 “quasi causa orationis”, siendo el primer peregrino alemán perfectamente documentado de la historia. Es posible que sólo hubiera llegado hasta Cluny, quedando su meta gallega muy lejos de su andadura verdadera, aunque ciertos autores como Paolo Caucci creen que sí pudo haber alcanzado Santiago. Esta incertidumbre hace que algunos no lo consideren un peregrino en sentido estricto, si bien no se puede dudar de la seriedad de su propósito.

Tal como se deduce del estudio del historiador Lambert von Hersfeld, Sigfrido emprende este viaje buscando el descanso pues, supuestamente, se encontraba hastiado de las funciones de su cargo. Según Vidal, pretende pedirle al Apóstol protección para los católicos de Alemania, oprimidos por persecución del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Enrique IV.

Se desconoce si fue en el viaje de ida o de vuelta de Compostela, pero en todo caso en 1072 Sigfrido se detuvo por poco tiempo en el monasterio borgoñón de Cluny, para retirarse como monje del “ruido de los asuntos mundanos” que lo habían hecho desear apartarse de su puesto. Sin embargo, las presiones del clero y el pueblo de Maguncia le hicieron regresar, ya que el anuncio de la vacante de su sede daba lugar a manejos simoníacos. Así volvió a encontrarse con su puesto en diciembre del mismo año de 1072.

La devoción por el apóstol Santiago en esta diócesis alemana está atestiguada por el hecho de que el antecesor de Sigfrido, el arzobispo Luitpoldo (1051-1059), había terminado la construcción de un monasterio dedicado a este santo y fundado por él en las inmediaciones de Maguncia. El vínculo jacobeo entre este peregrino alemán pionero y la devoción jacobea se puede también relacionar con su deseo de permanecer en un monasterio de la Orden de Cluny precisamente en este primer momento de difusión del culto jacobeo que esta comunidad religiosa apoyó. [XIV]