La Pulchra Leonina, como se conoce a la catedral de Santa María de Regla de León, tiene su origen en el siglo X cuando el rey Ordoño II ocupa el trono de la ciudad tras vencer a los árabes en la batalla de San Esteban de Gormaz. En agradecimiento, cede su palacio real para que se erija el primer templo catedralicio, del que apenas quedan unos restos expuestos en el museo y los hipocaustos que permanecen bajo el solar catedralicio. Siguiendo la tradición cristiana de enterrar en los templos a quienes encarnaban la autoridad “venida de Dios”, la sencilla catedral, regida por monjes de San Benito, acogió en el año 924 los restos de Ordoño. Almanzor pasa por la ciudad a finales del primer milenio, aunque no parece causar graves daños al templo ya que en el año 999 acoge la coronación de Alfonso V.
Tras varias revueltas políticas y guerras, el estado de la catedral era de suma pobreza, lo que conmovió al rey Fernando I, quien, después de trasladar los restos de San Isidoro a la ciudad de León, se volcó en este monumento. Con la ayuda de la princesa Urraca se inicia la construcción de un nuevo edificio, cuyos restos se encontraron en las obras efectuadas a final del siglo XIX. Esta catedral se mantuvo en pie hasta finales del siglo siguiente. Cuando accede al trono el último rey de León, Alfonso IX, se asiste en la urbe y en el reino a un importante cambio social, de creatividad artística y desarrollo cultural. Es entonces cuando se gesta el actual edificio gótico de la catedral de León, construida desde 1205 sobre aquella anterior.
Su relevancia en el ámbito jacobeo está en el hecho que atesora tablas de la leyenda del apóstol Santiago que datan de la primera mitad del siglo XV, además del sepulcro del obispo Martín Rodríguez (s. XIII), uno de los hombres más entregados a los pobres y peregrinos. La presencia de Santiago en la estructura del templo es notable, puesto que en el retablo mayor, capillas, vidrieras y otras partes del recinto, se observan elementos que giran en torno al santo y al fenómeno jacobeo. Entre todas ellas destaca la capilla de la Libería o de Santiago, buen ejemplo del gótico florido. Construida por Juan de Badajoz en 1492, está decorada con vidrieras de Diego de Santillana.
Otra capilla jacobea es la de la Virgen del Camino, con sepulcros góticos y un lienzo del Salvador frente a la cual se encuentra el rico sepulcro del rey Ordoño II. La catedral presenta macrocefalia, es decir su cabecera es mayor de lo que suele ser habitual, lo que le resta profundidad y perspectiva, pero ofrece mayor espacio para los fieles, también necesario ya que, al estar en el Camino de Santiago, su afluencia era mayor.
El museo catedralicio, instalado en las dependencias capitulares con acceso desde el claustro, atesora una buena colección artística integrada por una notable escultura gótica del rey Ordoño II; varios ricos códices, entre los que sobresalen el Antifoniario mozárabe del siglo XI y la Biblia, así como tablas y esculturas de varios estilos. El archivo es uno de los más ricos de España en códices y documentos de todas clases.
V. arquitectura / arte / gótico / León / San Isidoro de León, colegiata de / San Marcos, hospital de