XacopediaMansilla de las Mulas

Pueblo de 1.770 habitantes (799 m) en el Camino Francés a su paso por la provincia de León, Castilla y León. A 327 km de Santiago. Antigua villa amurallada con trazado medieval que sirve de unión entre el Real Camino Francés y la Vía Trajana en la Ruta Jacobea. Es punto de llegada de otra ruta que parte de San Vicente de la Barquera, Cantabria, enlazando el Camino del Norte con el Francés. Originariamente la localidad sólo tenía el nombre de Mansilla [del latín Mansiella] y de esta manera aparece reflejada por Aymeric Picaud en el Codex Calixtinus. El hecho de que por aquel entonces (s. XII) hubiera más ciudades llamadas así ha generado confusión sobre la villa a la que se refería el francés, aunque al especificar en el itinerario que el río Elsa pasa cerca de la localidad permite asegurar que se trata de la Mansilla de las Mulas actual o de Mansilla de Illa Ponte en la Edad Media, ya que la entrada del camino primitivo se hacía por el puente romano situado a un kilómetro de distancia.

Pero la importancia de la villa, más allá del Camino, está en sus murallas, que sirvieron de defensa en este paso de vital importancia para los intereses reales y las ciudades de Oviedo y León. Punto de entrada de millares de peregrinos a lo largo de su historia, todavía son el símbolo más característico de este lugar. El recinto tuvo hasta cuatro puertas, de las cuales la mejor conservada es la conocida como Arco de la Concepción. Por ella pasaban los peregrinos que llegaban a través de la Vía Trajana. Los que llegaban por el Real Camino Francés entraban por la puerta de Santiago, hoy desaparecida. Aquí está ubicado el monumento al peregrino, por ser nudo de caminos donde confluyen la ruta principal y la calzada romana.

Esto llevó a Mansilla de las Mulas a convertirse desde muy pronto en un núcleo importante de la Ruta Jacobea, lo que queda de manifiesto en el hecho de que llegó a contar con tres parroquias: Santa María, que fue la primera y única iglesia que existió en la localidad hasta el siglo XIII y que conserva en su interior un altar mayor de estilo barroco; San Martín, que data del sigo XIII y, tras su restauración en 1990, se convirtió en casa de cultura y sede de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Mansilla de las Mulas, y San Miguel.

Se conserva el convento de San Agustín, fundado hacia finales del siglo XV por el almirante de Castilla Fadrique Enríquez, aunque ahora acoge el Museo Etnográfico Provincial. De la parte correspondiente a la iglesia, cabe destacar la capilla de los Villafañe, cubierta por una bóveda estrellada y una cornisa dórica con escudos, conchas y la cruz de Santiago.

Aunque hubo algunos templos más, todos desaparecieron con el tiempo a excepción de una pequeña ermita dedicada a la patrona, Nuestra Señora de Gracia, cuya construcción original parece datar del siglo XIV, ya que el investigador Justiniano Rodríguez asegura que en 1409 existía en la ermita el altar de San Lázaro, donde se celebraban las misas anuales que aplicaba la villa, aparte de la de la fiesta y la del domingo de San Lázaro. Esto parece confirmar la existencia del llamado hospital o mesón de San Lázaro, dedicado a los peregrinos que pasaban por el lugar. No fue el único, ya que la villa llegó a contar en esta época con tres, según menciona Herman Küning. Además del de San Lázaro, estaría el dedicado a Santiago y otro perteneciente a la Cofradía del Sancti Spiritus, aunque ya mucho antes, en el año 1139, la Guía del peregrino citaba esta población, en la que había una iglesia de la Magdalena y un dispensario.

Esta hospitalidad se ha visto actualizada con la construcción de un moderno albergue para peregrinos perteneciente a la asociación local de Amigos del Camino de Santiago fundada en el año 1990 y cuya sede se localiza en la iglesia de San Martín. Muestra de su interés jacobeo es la celebración, cada mes de agosto, del día del peregrino. Además el pueblo cuenta con una moderna aula de la naturaleza (CICA), en la que se dedica una sección a la Ruta Jacobea.

En las cercanías de Mansilla de las Mulas, aunque un poco alejados de la Ruta Jacobea, se encuentran tres importantes monasterios: San Miguel de la Escalada, Santa María de Gradefes y Santa María de Sandoval. Este último -del siglo XII- gozó de donaciones reales, como las realizadas por Doña Urraca. Tras sufrir varios incendios y los efectos de la desamortización, sólo se conserva el ala oriental del claustro. El monasterio de Santa María de Gradefes, en el margen derecho del río Esla, fue fundado en 1168 y llegó a ser un importante y privilegiado cenobio femenino, continuando la vida conventual hasta nuestros días. Lo más destacado del conjunto es la iglesia, con una capilla Mayor con girola a la que dan capillas absidales en disposición radial, muy similar a la catedral de Santo Domingo de la Calzada o a los monasterios de Moreruela.

Con todo el monasterio más interesante, por ser uno de los mejores exponentes del arte mozárabe, es el de San Miguel de la Escalada, fundado a finales del siglo Xl por monjes cristianos procedentes de Córdoba sobre un templo visigótico consagrado al arcángel San Miguel. La iglesia original fue consagrada en el año 913 aprovechándose material de épocas anteriores. Posee tres naves separadas por arcos de herradura que descansan sobre columnas de mármol y configuran, hacia el exterior, el elegante pórtico sur de entrada al templo, construido en el año 1050 bajo el mandato del obispo Genadio -según la inscripción colocada en el arco principal-. En el lado este del pórtico se eleva la torre románica, construcción del siglo XI, que contiene la capilla de San Fructuoso.

En 1155 el monasterio pasa a manos de una comunidad de agustinas, dependientes de San Rufo de Aviñon, lo que ocasiona que los monjes del lugar se trasladen a las abadías de Eslonza y Sahagún. La vida del monasterio finalizó con la muerte de su último abad en el año 1869. [TRI]


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