XacopediaSuárez de Deza, Pedro

Arzobispo de Santiago (?-1206). Ocupó el Arzobispado entre 1173 y 1206. Originario de las tierras de Deza, fue canónigo de Santiago. Posiblemente se desplazó a estudiar a la Universidad de París, donde obtuvo el grado de maestro o doctor. En 1167 fue elegido obispo de Salamanca, donde deja fama de prelado sabio, prudente y celoso.

Su elección como arzobispo de Compostela se produjo en 1173 y su pontificado se desarrolló en una época política turbulenta en la que no se vio directamente implicado por tratarse de guerras entre reyes. Su acción mediadora, junto con la de otros prelados, consiguió treguas y formó parte de la unión de todos los reinos cristianos contra la invasión Almohade. Ante la expulsión de la Orden de Santiago de todos los dominios del monarca Fernando II, confiscó todos sus bienes y las donaciones otorgadas. Esta expulsión duró el tiempo que tardó en intervenir Don Pedro, consiguiendo que el rey dejase sin efecto su airada orden, señala Cebrián Franco. Pedro Gundesteiz, su antecesor, había iniciado una profunda reforma de la diócesis, comenzando por el Cabildo de la catedral, aunque tras su muerte el verdadero reformador fue Suárez de Deza. La primera disposición importante fue la división de la diócesis en arcedianatos, con una división en cinco distritos, al frente de cada uno de los cuales colocó a un deán y a cuatro arcedianos.

Pedro Suárez de Deza dispuso también el fin de los monasterios familiares, propiedades privadas transmitidas en herencia que implicaban el derecho de designar a los abades.

Durante su pontificado, el maestro Mateo dejó el sello de su arte plasmado en la basílica compostelana, ya que es el momento en el que se alza el Pórtico de la Gloria, obra culminante del arte románico europeo.

Otro de los logros de don Pedro fue fijar de forma definitiva los límites de la metrópolis compostelana. Eran sufragáneas de Santiago las diócesis de Coimbra, Lisboa, Évora, Lamego, Viseu e Idanha, en Portugal; y Ávila, Ciudad Rodrigo y Coria (León), en España.

Celebró un Concilio Provincial en Salamanca en 1178 y participó en el Concilio Ecuménico III de Letrán, celebrado un año después, donde logra la bula Regis aeterni, por la cual se confirma el jubileo o año santo, afirma Cebrián Franco, aunque otros autores dudan de su autenticidad. [IM]


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