También conocido como Sant Fulbert (ca. 960-1028) obispo de Chartres, amigo y discípulo de Gerberto de Aurillac. Santo de la Iglesia católica. Es el fundador y la personalidad más eminente de la escuela de Chartres. Sabio de renombre, docente en ciencias profanas, teólogo y científico, ha pasado a la historia por ser el maestro de obras de la reconstrucción de la espléndida catedral de Chartres, después del incendio en la noche del 7 de septiembre 1020. Su carisma le permitió obtener financiación no solamente de los particulares y gremios de la ciudad, sino también de los grandes de Europa, incluidos algunos soberanos paganos como Knut, rey sajón de Dinamarca, ya que debido tanto a su cargo y posición como a su profunda y extensa formación, Fulberto mantuvo contacto constante y directo con los hombres más poderosos de su época.
Fue un afamado maestro en teología pero también enseñó gramática, retórica, dialéctica, aritmética y geometría. Fulberto fue calificado por sus contemporáneos como el “venerable Sócrates de la academia de Chartres”. Un punto destacado requiere su enseñanza acerca de astronomía y del manejo del astrolabio, aprendido probablemente en Reims a través del arzobispo Gerberto quien había residido en Gerona y viajado por la España musulmana tomando contacto con la astronomía árabe.
Además, dejó su impronta en el Códice Calixtino (s. XII), donde expresa que los peregrinos acudían de todas partes atraídos por los milagros que obraba el apóstol Santiago en su sepulcro de Compostela, “en las lejanas tierras del Finisterre”:
Existen ciertas dudas sobre la autoría de Fulberto de algunos de los textos que se le atribuyen en el Calixtinus. En todo caso, sería conocedor del hecho de la peregrinación a Santiago, pues Chantres se localiza en la prolongación de la Vía Turonense hacía París. [IM]