Personaje de ficción vinculado a la tradición escrita más antigua, relacionada con Santiago el Mayor. Se cita por primera vez en la Passio Iacobi, texto latino de finales del siglo V o inicios del VI. Es el símbolo del poder heredado de Cristo por el Apóstol frente a la magia maléfica -única vez que se enfrenta a ella- representada por este mago judío.
Como decimos, la figura del mago Hermógenes surge en la Passio Iacobi, texto literario latino en el que se alude por vez primera en detalle a Santiago el Mayor. Ante la brevísima referencia que el Nuevo Testamento hace al martirio del Apóstol, este documento -pura invención, propia del momento y común a la hagiografía de otros santos- trata de suplir el vacío interpretando los momentos que llevaron a Santiago a su sacrificio, hacia el año 44 d.C.
En la Passio Iacobi y en los textos posteriores, Hermógenes aparece como un mago dispuesto a impedir como sea que Santiago difunda, por Samaría y Judea, la figura de Cristo como Hijo de Dios. Los judíos no cristianos no pueden aceptar sus palabras y el mago se sitúa como el más beligerante de todos ellos, dispuesto a utilizar su poderosa magia para conseguirlo. Al final, como no podía ser menos, Hermógenes acabará sucumbiendo también a la figura divina de Santiago entregado a la joven fe y echando al mar todos sus libros de encantamientos.
Hermógenes es ampliamente citado en numerosos textos jacobeos empeñados en resaltar la relevancia de Santiago. Resulta evidente su presencia en el Codex Calixtinus (s. XII), que, con un evidente tono antijudío heredado de la Passio Iacobi, resume así la conversión del mago: “Santiago no sólo destruyó los embustes del mago, sino que anuló los milagros que hacía e incluso lo convirtió para el Señor. ¡Oh necios de corazón, vosotros los judíos, que tratasteis de hacer vanos esfuerzos contra el Hijo del Trueno!”. El Calixtinus incluye a este personaje entre los tres discípulos que el Apóstol hace en sus últimos momentos de vida. Los otros dos son Josías y Fileto. La leyenda de Santiago y Hermógenes es posible rastrearla incluso en un texto armenio del siglo XII sobre este apóstol. [MR]