Nombre utilizado por los defensores de la existencia de un Camino de Santiago precristiano para designar a un gran maestro iniciado vinculado a esta ruta. El término, de posible origen euskera [‘saber’], se relacionaría con otras lenguas antiquísimas del mismo tronco. Por lo tanto, Jakin sería el gran maestro sabio, de posible procedencia vasca y conocido en francés como maître Jacques, depositario de una herencia de antiquísimas raíces vinculada a ritos paganos y prácticas gremiales ocultas que tendrían en el Camino de Santiago su ruta de iniciación. Estos conocimientos, surgidos de los antiguos pobladores continentales, habrían sobrevivido en la ruta jacobea por la propia fuerza de este itinerario hacia el Occidente y la escasa romanización de gran parte del espacio geográfico del Camino.
El francés Louis Charpentier asocia este vocablo con ciertas categorías de personas que efectuaban trabajos manuales y cree que podría haberse confundido con Jacques/Santiago por la semejanza fonética, pero no lo desvincula de su relación con el Camino. En esta ruta estaría, en las épocas dolménicas, según el mismo autor, un lugar de iniciación de los jakinak -los depositarios de los viejos saberes prácticos y alquímicos- coincidente con la actual Compostela, que tendría su origen en compost, la estrella de los alquimistas. Por este motivo, Jakin también se cita, al igual que Jacques, como el “maestro de las estrellas”.
Charpentier sostiene que del vocablo que nos ocupa derivarían topónimos como Iacca [Jaca, en el Camino Aragonés, remoto lugar de reunión de los jakin], términos como jars [‘macho de la oca’; además es una expresión con la que se conocía a los nuestros canteros en el Languedoc y otros puntos próximos a las vías jacobeas], jacques [‘campesino’], y jack, utilizado en Inglaterra para referirse a los marineros, de donde deriva la Unión Jack. Añade que en ese país pervive la leyenda de Jack el Matagigantes y en Francia el dicho popular Ne fair pas le Jacques [No te hagas el listo]. [MR]