Este pequeño país de apenas medio millón de habitantes y situado en el centro de Europa, entre Bélgica, Alemania y Francia, conserva una notable tradición jacobea. Hay constancia histórica de la presencia de peregrinos luxemburgueses en Compostela. El territorio lo cruza en dirección este-suroeste una ruta secundaria de peregrinación que desde la ciudad germana de Coblenza se dirige, a través de Luxemburgo capital, hacia la urbe francesa de Châlons, enlazando poco después en Vézelay con la Vía Lemovicense a Santiago. El profundo europeísmo de su población y de sus dirigentes hizo que la capital, Luxemburgo, se convirtiese en sede del Instituto Europeo de Itinerarios Culturales del Consejo de Europa (1998), surgido tras la declaración del Camino de Santiago y otras rutas como sendas históricas de especial interés para la integración europea y la consolidación de una cultura común.
El número de peregrinos luxemburgueses que ha recibido la compostela en los últimos años, casi anecdótico a principios de los pasados años noventa, ha crecido de forma sostenida en la primera década del siglo XX superando el medio centenar en 2007 y rozando la centena en 2009. [MR]