Vino, fuente del

Obra contemporánea que se ha convertido en una de las fuentes más famosas y emblemáticas del Camino Francés por ofrecer al sediento peregrino tanto agua como vino. Se encuentra en el pueblo de Irache, en Navarra, junto al célebre monasterio del lugar. La fuente fue construida en 1991 por las bodegas Irache en uno de los muros del pueblo que da al Camino de Santiago con el pretexto de invitar a los peregrinos a dar un trago. Antiguamente la pila sólo manaba agua, pero la reforma realizada por la antedicha bodega navarra hizo que de ella también brote el vino. La obra fue realizada en piedra de sillería y tiene inscritas dos leyendas invitando al peregrino a beber: “A beber sin abusar te invitamos con agrado. Para poderlo llevar el vino ha de ser comprado”, y “Peregrino, si quieres llegar a Santiago con fuerza y vitalidad de este vino echa un gran trago y brinda por la felicidad”.

Su presencia acrecentó aún más la fama de este rincón del Camino, que ya era conocido en el siglo XII como tierra de “buen pan y óptimo vino”, según consta en el Códice Calixtino. Las instalaciones de la bodega, fundada en 1891, ocupan una parte del emblemático monasterio de Irache que durante la Edad Media fue un hospital de peregrinos. [XIV]