XacopediaSanta María la Real de Sangüesa, iglesia de

Templo de gran valor artístico en la localidad navarra de Sangüesa, en el Camino Aragonés. A 744 km de Santiago. Son muchas las huellas jacobeas perceptibles en Sangüesa y en su patrimonio, pero una de ellas destaca sobre las demás. Nos referimos a la iglesia románica de Santa María la Real, situada en la calle Mayor, vía de paso de los peregrinos. Monumento Nacional, es una de las grandes joyas artísticas del Camino Francés, representativa del ir y venir del arte medieval por esta vía. Su portada es una de las cumbres del románico español. Santa María la Real se construyó entre los siglos XII y XIII y perteneció a la Orden de San Juan de Jerusalén, que administró en el lugar el principal hospital de peregrinos de Sangüesa. Presenta una cabecera con tres ábsides y planta de tres naves.

La portada principal -la fachada sur-, de influencia francesa, es, como decimos, una de las joyas iconográficas del románico español y del Camino. Desbordante de arte, modelos y mensajes, en ella se agrupan hasta 300 figuras. El conjunto surge desde una serie de seis estatuas-columna de gran fuerza evocadora por su originalidad. Para los buscadores de huellas jacobeas, es necesario comentar que en estas columnas aparecen Santiago el Mayor y su madre Salomé, en una de las escasísimas representaciones existentes de este personaje bíblico femenino.

En las arquivoltas el derroche visual se intensifica. En ellas se concentran personajes bíblicos como los apóstoles y varios profetas hasta escenas gremiales y momentos festivos con acróbatas, músicos, soldados, etc.

En el tímpano sobresale el dintel con los apóstoles dando escolta a la Virgen. En el cuerpo superior el turno es para el Juicio Final, presidido por un Cristo en Majestad entre ángeles trompeteros, justos y condenados. No falta en esta parte un San Miguel pesando las almas de los juzgados.

En las enjutas los motivos e imágenes se vuelven a acumular. Sobresalen los bajorrelieves en los que se narra la saga escandinava de Sigurd (Sigfrido) que inspiraría al compositor alemán Richard Wagner parte del ciclo de La sortija de los Nibelungos (s. XIX), un ejemplo sorprendente y sobresaliente de los artistas y las influencias culturales europeas que corrían, como en ninguna otra parte, a lo largo del Camino Francés. El conjunto se remata con dos galerías superpuestas de 14 imágenes presididas por el Tetramorfos.

En la portada de Santa María trabajó el maestro Leodegarius, quien conocía el modelo de estatuas-columnas que tanta prestancia dan a esta fachada y sabía de su utilización en Chartres (Francia), en el camino jacobeo de Tours. Este artista dejó también ejemplos de su labor en el monasterio de San Juan de Peña (Jaca).

Como en el cercano monasterio de Leyre, Santa María muestra en su retablo mayor, de estilo plateresco, una imagen de la Virgen de Rocamadour (s. XIII) que fue recubierta de plata en siglo XVI. Se trata de una devoción de origen francés muy querida por los peregrinos a uno y otro lado de los Pirineos y con una atención especial en Sangüesa. [MR]

V. Sangüesa


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