Santiago, recuerdos de
La afluencia de peregrinos a Santiago de Compostela motivó la proliferación de un comercio con los más diversos motivos jacobeos, tanto para regalar a familiares y amigos al regreso del viaje, como para la propia persona que realizó el Camino.
En Autre Chanson des Pèlerins de Saint-Jacques se muestra que la preocupación inmediata de los peregrinos, una vez llegados a Santiago, parecía más de orden material que espiritual. Esta canción tradicional francesa dice que se encuentran sin dinero para comprar lo que ellos denominan fallotage, es decir, objetos diversos de carácter piadoso que les sirvan como recuerdo de su estancia en la ciudad jacobea:
Históricamente, los principales motivos de recuerdo eran las tradicionales conchas de viera, símbolo por excelencia de peregrinación, y la higa, amuleto protector.
La higa [figa, en gallego], originariamente realizada de forma artesanal en azabache, representa un puño cerrado en el que el dedo pulgar aparece y sobresale entre el índice y corazón. Como amuleto una de sus virtudes principales es la de ahuyentar el mal de ojo, aunque también se utilizaba contra la envidia, los celos y para protegerse de algunas enfermedades al regreso del Camino. A la higa original en azabache se le fueron incorporando otros materiales como la plata y el oro, u otros de inferior calidad y más asequibles.
El gremio de los plateros, orfebres y azabacheros tuvo gran importancia económica en la ciudad de Santiago, de ahí que existan numerosas joyerías que muestran tanto piezas históricas, de carácter más religioso, como diseños de tendencia más moderna, elaborados a partir de estos materiales.
Los motivos celtas de los petroglifos son abundantes en los elementos que se muestran a la venta en las tiendas de recuerdos actualmente. Ciervos, espirales y demás figuras geométricas gravadas en piedras situadas en los montes son reproducidas en cerámica, resina, madera, cuero, metales nobles y esmalte para los peregrinos actuales. Esta iconografía, que revela quizás el culto al Sol y demás elementos panteístas de las ancestrales peregrinaciones hacia el finis terrae, en la tradición recogida por diversos autores como Charpentier y Atienza, se puede relacionar con la posterior cristianización de la ruta y es hoy símbolo de la Galicia que reivindica su historia prerromana y castreña.
Otro de los recuerdos típicos, ya desde el ámbito gastronómico, es la tarta de Santiago, elaborada con almendra, harina, huevo y azúcar, que lleva sobre la cubierta la cruz del Apóstol. Además, existe una gran variedad de vinos de las denominaciones de origen Ribeiro, Valdeorras, Rías Baixas, Monterrei y Ribeira Sacra, que antaño eran cultivados y elaborados por monjes en monasterios situados al pie del Camino de Santiago. Son muchos los peregrinos que buscan los tradicionales licores de hierbas o de café, además del popular aguardiente para realizar la queimada. La miel de Galicia, también con denominación de origen, es otro reclamo para los peregrinos, utilizada en la antigüedad como reconstituyente tras el esfuerzo del Camino de Santiago. Queso de Arzúa-Ulloa, San Simón da Costa, Cebreiro y la conocida Tetilla son otras opciones para las compras del viajero que llega a la meta del Camino.
Existen también tiendas especializadas en cerámica, donde se venden piezas manufacturadas de la artesanía tradicional de Buño, Gundivós, Niñodaguia, Bonxe, etc. Disponen de elementos como pucheros, escudillas, sellas, chocolateras, queimadas y viradeiras, de fabricación singular en Galicia, que ya desde antaño llamaron la atención de peregrinos. Sargadelos es el sello de la histórica cerámica blanca y azul cobalto, aunque en la actualidad incorpora notas de color; cuenta con colecciones relacionadas con el ámbito jacobeo, como los músicos del Pórtico de la Gloria, los monasterios del Camino y diversos personajes que peregrinaron a Compostela desde tiempos inmemoriales.
En puestos ambulantes se venden también pequeños elementos de carácter religioso, tales como rosarios, esclavas o llaveros con representación jacobea, en forma del Apóstol, de la cruz de Santiago o de vieira. Colecciones de postales, tanto actuales como históricas, calendarios y libros de fotografías del Camino son otras opciones que contribuyen a fijar en la memoria la experiencia.
En el ámbito textil, existen también diversidad de prendas deportivas y para la lluvia decoradas con motivos jacobeos, tanto infantiles como de adultos. En los últimos años han proliferado tiendas de camisetas con mensajes con el peculiar humor irónico. El encaje de Camariñas, realizado por las palilleiras, es otro elemento apreciado por peregrinos y turistas en general, al igual que los accesorios elaborados artesanalmente con materiales como el lino o la lana virgen, que se venden en tiendas especializadas.
Mención destacada merecen los instrumentos musicales gallegos (gaita, pandereta, pandero, etc.), tanto originales como en miniaturas, con las que juegan y emiten sonidos los niños más pequeños. Existen también, ya para coleccionistas, las reproducciones de instrumentos del Pórtico de la Gloria. Además, las tiendas de recuerdos venden música de grupos gallegos con temas alusivos, en algunos casos, al Camino de Santiago.
Meigas, fadas y trasnos [duendes] son otra opción vinculada, en este caso, con el esoterismo que motiva a algunos a realizar la peregrinación. Estas pequeñas figuras normalmente están realizadas con resina o yeso pintado.
La concha de vieira y la cruz de Santiago, junto con la fecha amarilla, son los iconos más identificativos en estos objetos serigrafiados. La flecha amarilla, seguida por los caminantes durante kilómetros y kilómetros, aparece representada en numerosos objetos como camisetas, pegatinas, pins, postales, papelería y artículos de oficina.
Reproducciones de la catedral, del maestro Mateo, del apóstol Santiago, hórreos, cruceiros y castros, elaborados con metal, madera o piedra, completan la colección de recuerdos que se llevan los peregrinos tras su estancia en Santiago de Compostela. [IM]
V. emblemas