Atanasio
Discípulo de Santiago el Mayor que, según la tradición, acompaña su cuerpo decapitado desde Jerusalén a España y permanece con él, vigilando su sepultura, tras enterrarlo en Compostela. Aparece por primera vez en el libro III del Codex Calixtinus (s. XII), que narra la traslación mítica del cuerpo de Santiago desde Palestina hasta su enterramiento en un cementerio situado en donde hoy está la catedral compostelana. Se cita una sola vez, destacándolo como uno de los dos discípulos -el otro es Teodoro- que deciden permanecer como custodios del cuerpo de Santiago, recién enterrado.
“Los otros discípulos guiados por Dios se esparcieron por las Españas para predicar”, añade el Calixtinus, sin indicar sus nombres.
En algunas ocasiones se cita erróneamente a Atanasio y Teodoro como los responsables de traer el cuerpo de Santiago a España. Es cierto que son los que aparecen con nombre propio en el Calixtinus, pero este mismo texto da a entender que fueron varios los que guiaron el cuerpo a las costas gallegas. Ambos discípulos ordenan que a su muerte sean enterrados por los cristianos junto a su maestro, uno a la derecha y otro a la izquierda.
La iconografía barroca ha reproducido en muchas ocasiones la imagen del apóstol Santiago entre Atanasio y Teodoro, sobre todo en el entorno compostelano. El caso más visible lo encontramos en las tres esculturas sobre la Puerta Santa de la catedral de la ciudad.
Tras el redescubrimiento de las reliquias de Santiago en la basílica compostelana, en 1879, los forenses llegaron a la conclusión de que los huesos encontrados pertenecían a tres varones y eran muy antiguos. La asociación fue inmediata. Se trataría de Santiago, Teodoro y el propio Atanasio. El hallazgo recibió la confirmación al más alto nivel con la bula papal Deus Omnipotens (1884).
En 1988 el historiador Isidoro Millán creyó haber identificado en un muro del edículo sepulcral de Santiago una antiquísima y desdibujada inscripción críptica en griego en la que, una vez descifrada, se leería “Atanasio mártir”. El hallazgo fue relacionado con el lugar de su posible sepulcro. Millán, defensor de la traslación de los restos apostólicos a Galicia, consideró que la inscripción significaría que Atanasio y Teodoro habrían sufrido martirio en algún lugar desconocido. Otros expertos han rechazado el hallazgo.
A Atanasio se le nombra como santo. No se debe confundir a este personaje con el discípulo de nombre Anastasio citado en la Epístola de León (s. X-XI), y que no vuelve a aparecer en ningún otro texto. [MR]