Ciudad de 215.000 habitantes (68 m) en la región de Murcia. A 1.314 km de Santiago. Por el puerto de esta localidad llegaban algunos peregrinos procedentes del Mediterráneo para continuar hacia Compostela por una ruta que pasa por Murcia, Moratalla, Ruidera y Consuegra, desde donde se une en Toledo al Camino del Sureste, que viene de Alicante.
Su puerto desarrolló a lo largo de la historia una intensa actividad pesquera, comercial y, sobre todo, militar. Según una leyenda, allí desembarcó, en el barrio de Santa Lucía, el apóstol Santiago para iniciar su labor evangelizadora de las gentes que entonces poblaban Hispania. La primera vez que aparece documentada la predicación de Santiago en la península es en el siglo VI, en el Breviarium Apostolorum y un poco más tarde se confirma también en De ortu et obitu sactorum patrum, de San Isidoro de Sevilla (560-636). Una imagen del apóstol Santiago en el puerto de Santa Lucía señala el lugar por donde la leyenda dice que entró en Hispania y una cruz de más de quince metros de altura hace alusión a la fe que vino a predicar. En este mismo barrio de Santa Lucía se encuentra la iglesia dedicada a Santiago y se celebra la festividad del Apóstol el día 25 de julio; una imagen del santo sale en procesión.
La presencia de comunidades cristianas en estas tierras aparece documentada por primera vez en las actas del Concilio de Elvira, celebrado en el primer cuarto del siglo IV. El primer documento en el que se refleja la existencia de un obispo en Cartagena data del año 516 y se refiere al Concilio de Tarragona.
Sin embargo, el descubrimiento de un mosaico romano hizo alimentar la leyenda de que sobre él se podría haber construido una basílica cristiana en el periodo romano, en la época en la que Santiago vino a estas tierras. En 1899, el arcipreste Martínez Pérez hizo la siguiente petición al Ayuntamiento: “Conocido por todos es que, al difundirse la Fe Cristiana por el suelo patrio, hizo en Cartagena sus primeros gloriosos albores y que se remonta a los primeros años de la Iglesia el origen de nuestra catolicidad. En ese mismo sitio que hoy ocupa el templo de la Asunción, alzose, en el primer siglo de la Era Cristiana, un templo al verdadero Dios, glorioso testimonio de la fe de muchos padres, que ha resistido la acción destructora de los tiempos, gracias a la constante piedad de las almas cristianas, que reedificando unas veces y restaurando otras y velando siempre por el decoro de tan sagrado lugar, ha hecho que por espacio de tantos siglos se ofrezca indefectiblemente el Santo Sacrificio en el mismo sitio en que los primeros fieles lo ofrecieron”. Después de esta petición, se iniciaron las obras destinadas a restaurar el templo en 1902. El mosaico fue protegido con la construcción de una pequeña capilla. Durante la cruenta Guerra Civil la iglesia fue derruida y reducida a escombros y ya no se volvió a reconstruir.
En la posguerra, el cronista local Eduardo Cañabate Navarro, en su Historia de Cartagena, sostiene la teoría de que si la basílica fue construida en el primer siglo del cristianismo, sería un indicio más que abonaría la tradición cartagenera del desembarco del apóstol Santiago en ese puerto. La tradición ha incidido en esta posibilidad.
En el año 2005, el obispo Juan Antonio Reig Pla (2005-2009), tomó posesión de su nueva sede después de desembarcar en el puerto de Santa Lucía, conmemorando así la evangelización jacobea en la diócesis.
Por otra parte, el número de peregrinos a Santiago de Compostela que parten de la ciudad de Cartagena es cada año más numeroso. [JS]