Peregrino francés (ca. 1490-1552) que visitó Santiago entre los años 1531 y 1533. Poco se sabe de Dom Edme, también llamado Edmond de Saulieu. Se supone que nació hacia 1490, ya que se afirma que tenía diecinueve años cuando fue nombrado abad de Claraval en 1509, y murió en 1552. Asimismo, se cree que podría ser un descendiente lejano de los vizcondes de Saulieu y de Guillermo de Saulieu.
En 1509 Edme era el más joven de los monjes del monasterio francés de Claraval, cuando fue elegido abad número 41 y gobernó el monasterio entre 1509 a 1552. Entre los años 1531 a 1533, acompañado de diversos monjes y sirvientes, parte con la intención de realizar una visita regular a todos los monasterios de la Orden del Císter en la Península Ibérica. Su secretario, Claude de Bronsenval, autor de un tratado de espiritualidad, Dialogue entre Pere et la fille, tiene encomendado escribir el “documento de visita”, más allá de realizar anotaciones diarias, para elaborar una guía que sirviese en las futuras inspecciones. Basándose en estas notas transcritas, de regreso a Francia otro monje de la orden escribe Incipit Peregrinatio Hispanica, que tras muchas vicisitudes se publica en ese país en la segunda mitad del siglo XX (1970).
A través de este relato podemos saber que Edme de Saulieu entra en Portugal por Caminha, proveniente de Cataluña, Levante y Compostela, y se desplaza a Lisboa siguiendo el itinerario del Camino Central a Santiago al revés, destino que alcanza el 10 de julio de 1532. Después de visitar los diversos monasterios de la orden en Portugal sale por Badajoz el 15 marzo de 1533, se dirige a Toledo y al monasterio de Piedra. Con algunos monjes de este templo aragonés para ayudarlo en la reforma de Alcobaça, vuelve a Portugal el 10 de mayo. Finalmente, sale del país el 16 de agosto de ese mismo año en dirección a Burgos.
Claude de Brosenval, en la obra Incipit Peregrinatio Hispanica, ofrece ricas descripciones de los caminos, de los albergues y de las poblaciones por donde van pasando, del estado “espiritual” y material de los monasterios visitados, así como de las medidas tomadas por las cortes de España y Portugal. Por otro lado revela, a través de diversos acontecimientos, el carácter enérgico, conciliador y resignado de Edme de Saulieu, abad de Claraval. [AR]