También llamado Enrique el León. Duque de Sajonia y de Baviera (1129-1195). Peregrina a Santiago de Compostela a finales del siglo XII, durante el periodo de su exilio impuesto por el emperador alemán Federico I Barbarroja. Previamente, entre los años 1172 y 1173, había visitado Jerusalén. Las fuentes documentales ofrecen diferentes posibilidades sobre la fecha exacta de su viaje a la ciudad jacobea. Según Álvaro Cunqueiro, peregrina en 1181, Pombo cree que lo hace en 1182 y Pousa propone el año 1185.
Sobre este poderoso personaje Cunqueiro recoge la leyenda de que a su paso por Mansilla de las Mulas descansó en una posada en la que sus barbas no cabían dentro.
Era el único hijo de Enrique el Soberbio, duque de Baviera y Sajonia. Su importancia histórica reside en haber sido uno de los más destacados colonizadores alemanes de los territorios eslavos de la Alemania oriental. De temperamento valiente y emprendedor, entabló una fuerte relación con Barbarroja, que les llevó también a enemistarse en varias ocasiones por cuestiones de poder y vasallaje, lo que llegó a convertir a Enrique en rival del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Su primer gran conflicto surgió en torno a 1175-1176, cuando Enrique, posiblemente por estar preocupado por asegurar sus propias fronteras, se negó a luchar junto a Barbarroja en su campaña expansionista por Italia. El León fue proscrito por el emperador, privado de la mayor parte de sus posesiones en 1180 y obligado a exiliarse en dos ocasiones. La primera fue en 1182, cuando realiza la peregrinación a Santiago y la segunda, en 1189, año en el que pasó la mayor parte del tiempo en Inglaterra. [XIV]