San Fiz de Solovio, iglesia de
Templo situado en el casco antiguo de la ciudad de Santiago de Compostela. Algunas investigaciones sitúan en este lugar el primitivo emplazamiento del núcleo urbano, en los alrededores del bosque Libredón. Aparece citada en el Códice Calixtino (s. XII). Etimológicamente, López Ferreiro dice que Solovio procede de sub- [bajo o al pie de], mientras que Lovio sería de raíz germánica loub- [espesura, frondosidad].
Cuenta la leyenda que un ermitaño llamado Paio, que vivía en este lugar, dedicado a la contemplación y la penitencia, fue el primero en avistar las luces que indicaban el punto donde estaba situado el sepulcro del Apóstol. El primitivo templo fue mandado construir en el siglo X por el obispo Sisnando. Según afirma López Alsina, se utilizó como hospital para pobres y peregrinos. Antes pudo haber una pequeña ermita, previa al propio templo del Apóstol, aunque no se conservan pruebas al respecto.
Sisnando convirtió a San Fiz de Solovio en parroquia desde el año 900. Una comunidad monástica se responsabilizaría de la custodia del sepulcro, junto con San Paio. Este sería un núcleo habitado pequeño de carácter rural, mítico lugar de la ciudad de Santiago de Compostela en el que se surge el universo jacobeo.
Tras su destrucción por Almanzor en el año 997, el templo fue reconstruido. En recuerdo del especial significado de San Fiz de Solovio, el arzobispo Gelmírez (s. XII) transformó la vieja ermita de Paio en una pequeña y bien dispuesta iglesia de estilo románico.
En el tímpano gótico del siglo XIV que se distingue en la iglesia actual aparece representada la Adoración de los Reyes Magos, con las figuras de la Virgen con el Niño, San José apoyado en un bastón y la figura del donante Juan de Ben, que costeó la obra. Este tímpano conserva algo de policromía, aunque no es la original. La Adoración de los Reyes Magos puede considerarse como un preludio de las peregrinaciones a lugares míticos, reproducida en determinados puntos en la iconografía del Camino de Santiago.
La actual estructura barroca (s. XVIII) de la iglesia conserva aún la primitiva portada románica y sobre esta el tímpano con la sencilla y hermosa Adoración de los Reyes Magos. De su diseño barroco destaca, sobre todo, la magnífica torre-campanario, obra de Simón Rodríguez, uno de los arquitectos más visionarios y originales de cuantos trabajaron en la ciudad de Santiago. En el siglo XVIII se puso fin a los trabajos de ampliación y la obra que hoy se puede contemplar consta de tres naves y un nuevo campanario barroco con una pronunciada concentración de volúmenes en su parte superior. En el muro norte del presbiterio se conserva el sepulcro de efigie yaciente del cardenal Lopo Gonzales de Carballido, labrado en los primeros años del XVI. El retablo principal es barroco, de un solo cuerpo y está rematado por un ático. Está dedicado a la Virgen de los Milagros. La iglesia se sitúa en la plaza de San Fiz, al lado del siempre concurrido y popular mercado y plaza de abastos. [IM]