XacopediaTrento, Concilio de

Convocatoria ecuménica de la Iglesia católica como reacción a la reforma protestante. Tuvo lugar en distintos periodos y sesiones entre 1545 y 1563 promovido en sus primeros momentos por el papa Pablo III (1534-1549). Las sesiones se celebraron en la ciudad italiana de Trento. Pese a que uno de los objetivos de su convocatoria era el acercamiento entre los reformistas y la Iglesia ortodoxa fiel a Roma, al final no lo logró. En materia jacobea, destacan los acuerdos de sus últimas jornadas en los que se reafirmó el culto y la veneración a los santos y las reliquias. También se reafirmó el valor de las indulgencias, pero prohibiendo su venta y regulando de manera más estricta su aplicación.

Estos dos aspectos -culto a las reliquias e indulgencias- favorecían el mantenimiento y hasta la potenciación de peregrinaciones como la compostela, ya que eran parte esencial de su razón de ser. Sin embargo, en la práctica esto fue así sólo a medias. El Concilio, al tiempo que reforzaba el culto a las reliquias, exigía su depuración -era una respuesta necesaria a las críticas protestantes en este ámbito-, con lo que aquellas cuya tradición se apoyaba en bases de escaso o nulo peso histórico iban a tener problemas. Fue lo que sucedió con las relativas a Santiago, cuya tradición se puso en duda desde la propia Iglesia romana, con el cardenal Baronio a la cabeza. De esta rigurosidad participaban los sectores espiritualistas católicos españoles, dispuestos a responder a los reformistas con una Iglesia más fundamentada en la fe y menos en el culto indiscriminado. Solo la presión de los poderosos sectores conservadores españoles evitó que el proceso se consumase.

El estímulo de Trento al culto a los santos llevará al nacimiento de gran número de santuarios de ámbito local en los que será posible satisfacer necesidades espirituales muy semejantes a las de las grandes peregrinaciones con menor esfuerzo y con una estabilidad y proximidad devocional que aquellas no permitían. Era una tendencia nacida en la Baja Edad Media que el concilio no hace más que estimular. Se buscan y aceptan ahora santos más próximos, que permitan una relación continuada, convirtiendo pronto el antiguo espíritu de las grandes peregrinaciones en romerías de corto recorrido de carácter cíclico anual. Como reacción, la Iglesia compostelana inicia una renovación de sus estructuras y de la propia catedral. Busca afianzarse como símbolo de la Iglesia triunfante, pero no pensando tanto en las peregrinaciones, que se aceptan más que se buscan y se estimulan, como en la reafirmación del santuario compostelano como referente histórico incuestionable de la Iglesia española. El espectacular desarrollo barroco compostelano será en gran medida la culminación de este proceso.

Las peregrinaciones jacobeas lograron mantenerse después del Concilio, pero perdiendo parte del espíritu ecuménico que las había animado en la Edad Media. Como consecuencia del fracaso del proyecto integrador del Concilio, varias zonas del espacio europeo -los territorios germanos del Norte, Reino Unido, Holanda, países nórdicos, etc.- se apartaron definitivamente de la Iglesia romana; desde tiempos de Felipe II se incrementó la presión sobre los peregrinos extranjeros que llegaban a España por temor a que fuesen portadores de las ideas religiosas reformadoras no tridentinas o espías; las disputas entre los monarcas franceses y españoles de gran parte del siglo XVI y el advenimiento de las grandes potencias unificadas europeas, con un fondo nacionalista restrictivo, produjeron grandes dificultades para los peregrinos; no menos grave fue el hecho de que el Camino se convirtiese en refugio para todo tipo de vagabundos y gentes del malvivir que perjudican su reputación, como consecuencia del proceso de pérdida de las esencias medievales al amparo de las nuevas ideas religiosas y políticas. [MR]


¿QUIERES DEJAR UN COMENTARIO?


**Recuerda que los comentarios están pendientes de moderación