Documento expedido desde el año 2002 en la Casa da Cultura de Muxía, en la Prolongación del Camino de Santiago hacia el finis terrae, con el objetivo de regular la asistencia de peregrinos en los albergues. Para obtener la muxiana es preciso presentar la credencial de peregrino, con los sellos de Negreira, Olveiroa y Fisterra o Lires. Se entrega indistintamente a los que realicen el Camino de Santiago por motivos turísticos o religiosos, a diferencia de la compostela. El origen mayoritario de los peregrinos que acuden a recoger la muxiana es extranjero, principalmente alemanes, aunque están experimentando un auge importante los coreanos.
El tramo de Prolongación del Camino de Santiago a Fisterra y Muxía tiene ya una larga tradición de peregrinación. Hay incluso autores que lo sitúan con cronología anterior al propio descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago, como las crónicas que narran cuando Décimo Junio Bruto acudió, tras conquistar Gallaecia, a ver el sol fundirse en el océano en el finis terrae, de lo que se puede deducir que es un rito milenario que fue cristianizado.
La leyenda del santuario de A Nosa Señora da Barca y la piedra de Abalar, que se dice que es testimonio del casco del barco de piedra en el que llegó la Virgen para dar aliento al Apóstol en su predicación, es otro de los atractivos de la zona.
Tras la catástrofe del petrolero Prestige (2002), que provocó una marea negra que tiñó la costa gallega de combustible, la llegada de peregrinos a Muxía y Fisterra se acrecentó, quizá atraídos por el recuerdo del voluntariado y de las movilizaciones del colectivo Nunca Máis, que impregnaron esta noticia de repercusión internacional. A partir de ahí se creó la muxiana, ya que en los años siguientes fue necesario organizar un sistema de registro para dar servicio a la llegada de peregrinos que deseaban conocer el lugar e incluso ayudar en las labores de limpieza de arenales. [IM]