Obra literaria de Tirso de Molina, seudónimo del mercedario fray Gabriel Téllez, que nació en 1579 y murió en 1648. Fue un fecundo y notable dramaturgo y entre sus muchas creaciones destaca por su contenido jacobeo La romera de Santiago.
En la obra, el rey Ordoño envía al conde Lisuardo como legado a Inglaterra para concertar su matrimonio con la infanta Margarita. Antes de partir, el conde se había comprometido con la infanta Linda, hermana del monarca, atendiendo al deseo expreso de este.
Cuando Lisuardo y su comitiva se dirigían al puerto de A Coruña para embarcar hacia Plymouth para desde allí ir hasta Londres y cumplir la misión que les había sido encomendada, se encontró por el camino a Sol, hija de un noble castellano que acudía desde Burgos a Santiago a venerar la tumba apostólica. A través de los puertos ingleses llegaban hasta A Coruña y Ferrol, desde el siglo XIII, muchos peregrinos por el denominado Camino Inglés.
Sol viajaba vestida de peregrina, con sombrero y esclavina adornados con las conchas de vieira, y con un bordón en su mano. Se había comprometido a llegar al santuario compostelano pidiendo limosna y sin acogerse a las comodidades que su situación económica y social le permitían. Por eso ruega una limosna al conde Lisuardo y este, a pesar de su promesa matrimonial a la infanta Linda, se enamora de Sol y la deshonra con sus requiebros amorosos.
Sol, celosa guardiana de su honor, acude ante el rey Ordoño para que la desagravie y tiene como valedor al conde Garci-Fernández, amigo de su difunto padre y secretamente enamorado de la infanta Linda. Ante sus exigencias, el monarca decide esperar a que el conde Lisuardo llegue de Londres y luego lo lleva a prisión: